¿Eximente por enamoramiento?
El jefe del equipo jurídico de la infanta apunta a la arriesgada táctica de presentarla como víctima del «amor por su marido»
MADRID. Actualizado: GuardarTodavía resuenan en los juzgados de Palma las sorprendentes declaraciones del viernes de Jesús Silva, el jefe del equipo jurídico de la infanta, apuntando a la arriesgada táctica de defensa de presentar a su cliente como víctima ingenua del amor por su marido, una suerte de 'eximente por enamoramiento' por su «fe en el matrimonio».
La eximente o atenuante de enamoramiento no existe en el Código Penal, pero el abogado dejó caer que ese puede ser uno de los ejes para tratar de exculpar a la hija del Rey ante las acusaciones de fraude fiscal y/o blanqueo de capitales a través de Aizoon, la empresa del matrimonio, de la que ella era socia y su marido administrador.
O lo que es lo mismo, que la infanta de España básicamente se puso en manos de su esposo sin discutir una sola de sus decisiones porque, como dijo el propio Silva, «confía, ha confiado y seguirá confiando contra viento y marea» en Iñaki Urdangarin, ya que «amor, matrimonio y desconfianza son absolutamente incompatibles».
La tesis de la defensa de Cristina de Borbón, a la vista de la palabras del penalista, pasa por intentar probar que la hija de los Reyes, la primera persona de la Casa Real española que obtuvo una licenciatura superior, se dejó embaucar «por amor» por Iñaki Urdangarin, quien hasta dejar el balonmano jamás pisó una universidad o un centro de estudios fuera del bachillerato. Que se dejó engañar -al no tener capacidad ni medios de ser asesorada por nadie- para no pagar de su bolsillo ni los viajes privados, ni las fiestas familiares, ni las comidas en lujosos restaurantes, ni la reforma del palacete...
Los abogados de la duquesa, según esa estrategia muy arriesgada a decir de diversos especialistas, deberán demostrar que la políglota infanta -que según glosa la web de la Casa Real es licenciada superior en Ciencias Políticas, máster en Relaciones Internacionales en la Universidad de Nueva York, embajadora de la ONU y directiva internacional de la fundación de La Caixa- jamás leyó un papel de la sociedad familiar. Y que firmó, sin preguntar, todas y cada una de la cuentas anuales de Aizoon. Todo ello, a pesar de que Iñaki Urdangarin solo consiguió el título de diplomado en Empresariales (jamás logró licenciarse) después de conocer a la menor de las hijas de don Juan Carlos.
El equipo de Miquel Roca -ante la evidencia de pruebas que señalan que la infanta hizo un uso regular y continuado de los fondos de Aizoon para sus gastos personales- tendrá que intentar convencer al juez y al fiscal de que la duquesa creyó que su marido era capaz de convertir la inmobiliaria-consultoría que jamás vendió un piso en una mercantil capaz de facturar cerca de un millón de euros en poco más de tres años y con empleados que jamás aparecían por la empresa.
Las palabras de Silva sorprendieron a todas las partes personadas en el 'caso Nóos', a pesar de que, tras la imputación de la infanta, ya había vaticinado que la única defensa posible de Cristina pasaba por culpar de todo a Urdangarin. A la táctica de cargar las tintas sobre el exdeportista, ahora aparentemente se sumará la de hacer aparecer a la duquesa como una absoluta ignorante de las cuentas básicas de la economía familiar. Finanzas que la hija del Rey dejaba absoluta y exclusivamente en manos de su marido y padre de sus cuatro hijos.