Economia

La 'hucha' de las pensiones se volverá a abrir este año

El desfase entre las cotizaciones y los gastos obligará a recurrir por tercera vez consecutiva al dinero ahorrado para situaciones críticas El Gobierno prevé que deberá utilizar otros 11.030 millones del Fondo de Reserva por el deterioro del empleo y la rebaja de los salarios

MADRID. Actualizado: Guardar
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La creación neta de empleo prevista para la recta final de 2014, cuando empiece a consolidarse la aún tenue recuperación económica, y el consiguiente alivio para los ingresos de la Seguridad Social no impedirán que, por tercer año consecutivo, el Gobierno tenga que echar mano al Fondo de Reserva de las pensiones. La Administración se verá obligada a utilizar este ejercicio 11.029,7 millones de euros de la 'hucha' con el dinero ahorrado para garantizar el pago de esas prestaciones en las coyunturas más críticas, según figura en los Presupuestos. Esa cifra supera en 382 millones la retirada en 2012. Sin embargo, será inferior a los 11.683 millones adicionales que el sistema necesitó entonces, cuando las Cuentas del Estado no incluían aún el total de los complementos de las pensiones mínimas, que se aplica desde 2013. Una parte de esa suma -4.680 millones- procedió entonces del Fondo Prevención y Rehabilitación de las mutuas.

Las estimaciones de ingresos y gastos de los Presupuestos Generales recién aprobados no dejan lugar a dudas sobre cuál va a ser la evolución del empleo y su calidad salarial. La ley recoge una caída de la recaudación por cotizaciones del 2,86% sobre las previsiones de 2013, que, por cierto, no se está cumpliendo en este apartado: hasta el pasado noviembre estaba en torno a ocho puntos porcentuales por debajo de lo esperado. En los once primeros meses del último ejercicio solo se habían recaudado el 83,45% de los 105.863 millones previstos para finales de diciembre.

Con una previsión a la baja del empleo existente -se espera la destrucción del 0,2% de los puestos de trabajo equivalentes a tiempo completo en el conjunto del presente año-, la Seguridad Social no ha tenido más remedio que echar mano de toda su munición para intentar frenar una caída de ingresos que complicaría tanto la estabilidad el sistema de pensiones como el cumplimiento de los compromisos del déficit público.

Así, no solo crece el 5% la base de cotización máxima por segundo año consecutivo -las mínimas quedan congeladas, salvo las de autónomos, que suben el 2%-, sino que desde el pasado diciembre son considerados ingresos a efectos de la Seguridad Social -y, por tanto, sujetos al pago de las cuotas correspondientes- los pluses de transporte y distancia, algunas mejoras de las prestaciones, vales de comida y apoyo a la guardería, seguros médicos y entrega de acciones y participaciones a los empleados.

Cinco años de margen

De la lectura de los Presupuestos se desprende también que el Gobierno espera resultados efectivos en su incentivación del trabajo a tiempo parcial. Eso explica que, con la prevista destrucción del equivalente a más de 30.000 puestos de trabajo a tiempo completo, conviva una bajada del paro de siete décimas (del 26,5% de media esperado para 2013 al 25,9%). Otra posibilidad de encajar estas dos estimaciones enfrentadas es que baje la población activa por factores como, por ejemplo, el comportamiento de la emigración.

El propio ministro de Economía, Luis de Guindos, aseguraba hace apenas unos días que las estimaciones sobre el empleo incluidas en el cuadro macroeconómico de los Presupuestos se han quedado ya obsoletas y que espera un dinamismo del mercado laboral más vivo que el previsto en septiembre, cuando se presentaron esos vaticinios.

A este ritmo, un supuesto estancamiento de los ingresos de la Seguridad Social acabaría con el Fondo de Reserva de las pensiones en menos de cinco años, ya que los gastos en prestaciones evolucionan al alza, pese a las medidas de ajuste introducidas en la última reforma del Gobierno de Mariano Rajoy. Por ejemplo, el pasado ejercicio el desembolso en pensiones creció a un ritmo del 4,9% -hasta el mes de noviembre-, mientras que para el año que viene, con una subida de solo el 0,25% de las prestaciones, el incremento previsto del gasto es del 5,4%, hasta superar los 112.000 millones de euros. Y a futuro la situación se agravará dentro de unos años con la entrada en la jubilación de las primeras generaciones del 'baby boom', cuyo efecto a duras penas logrará ser neutralizado por los ajustes de la última reforma.

Datos del Ministerio de Empleo del 20 de diciembre, cuando tomó 428 millones de euros del Fondo de Reserva para pagar el IRPF de las prestaciones del mes, revelaban que la 'hucha' de las pensiones disponía entonces de 53.744 millones, después de que en los dos últimos años aportara 18.651 millones para el pago a jubilados y otros beneficiarios.

Con anterioridad a esa fecha, el Ministerio de Empleo había echado mano del ahorro generado en los años previos para pagar la extra de julio (3.500 millones) y el IRPF de ese mes (1.000 millones), y por necesidades de tesorería en el mes de octubre (720 millones). El 2 de diciembre tomó también 5.000 millones para la paga extra de des ese mes.

En 2012 el Gobierno recurrió por primera vez al Fondo de Reserva -pensado para garantizar el abono de las prestaciones en situaciones de emergencia para el sistema, a causa del paulatino envejecimiento de la población o de otros factores- después de haber acabado de un plumazo con el Fondo de Prevención y Rehabilitación, generado por las mutuas, al disponer de 7.003 millones. El 28 de septiembre se tomaron 1.700 millones; el 26 de octubre, 1.360; otros 3.530 el 3 de diciembre, y 410 el 18 de diciembre.