LOS INTERESES DEL CÁDIZ

En toda guerra de poder, siempre hay dos bandos que luchan por sus propios intereses en pro de defender lo que cada uno cree justo. La batalla dialéctica, judicial o social se emprende con dos bandos que creen llevar la razón y que quieren hacerla prevalecer sobre los deseos del opositor. El problema de este tipo de situaciones, desagradables, es que ninguno de los dos bandos mira por el bien de ese poder por el que luchan.

Pasa con el Cádiz, con dos empresas que pelean por hacerse con el club. Los que están y los que pueden llegar. Por un lado, Gaucci, Sinergy y compañía se siguen aferrando a un sillón, cual político, cuando lo más sensato es coger los bártulos y salir por la puerta, por lo menos para una despedida digna. Los italianos no paran de repetir una y otra vez que el club es suyo y que luchan por sus intereses, obviando y olvidando que, mientras tanto, al Cádiz lo siguen machacando. Y es que muchas veces, una retirada a tiempo es una gran victoria.

En el otro bando, están los 'Locos'.por el Balón. Desde el mismo día que llegaron, ellos vendieron una solución a corto plazo que se ha demostrado no ha llegado. «En quince días estaremos en el Cádiz, la semana que viene estará todo solucionado.». Y así día tras día y nada de nada. ¿No habría sido más sencillo y prudente no dar plazos de ningún tipo y permanecer callados mientras los pasos se dan por quienes los tienen que dar? ¿O es que queremos ser más papistas que el Papa y aquí todo el mundo sabe cómo funciona uno de los juzgados más saturados de España? Y mientras tanto, al cadismo se le llenan los oídos con burdas promesas y fichajes ficticios.

El caso es que ni uno ni otro está mirando por el enfermo. Los que están porque viven en un planeta alternativo y los 'salvadores' porque están engriendo al cadismo. Aquí los únicos que miran por los verdaderos intereses del Cádiz son los aficionados. Nadie más.