ESPAÑA

Un exconsejero de Fabra pide anular su juicio por corrupción

MADRID. Actualizado: Guardar
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Rafael Blasco, uno de los mayores trotamundos de la política española y exconsejero de la Generalitat valenciana desde 1999, se sentó ayer en el banquillo de los acusados para ser juzgado por el denominado 'caso Cooperación', un presunto fraude de 1,8 millones procedente de subvenciones públicas.

Blasco, el hombre que durante su juventud tocó el comunismo, estuvo preso en el franquismo, se exilio al norte de África, en los ochenta recaló en el PSOE y a mediados de los noventa acabó fichando por el PP, apareció eufórico en el Tribunal Superior de Justicia de Valencia antes de comenzar la vista oral: «Es el tiempo de la verdad (...) después de casi tres años de juicio paralelo. Nunca me he aprovechado de los cargos público por los que ha pasado», dijo.

Una dilatada trayectora que incluye seis años como consejero en el Gobierno del socialista Joan Lerma y 13 años con carteras en los ejecutivos populares de Eduardo Zaplana, Francisco Camps y Alberto Fabra, que le apartó en junio de 2012 tras confirmarse su imputación.

Un proceso de instrucción que ahora llega a juicio y que ayer sentó en el banquillo al citado político y a otras ocho personas. La primera jornada fue la de cuestiones previas y Blasco declarará mañana procesado por seis delitos de corrupción.

Ayer, su abogado Javier Boix, el mismo que logró la absolución de Camps en el 'juicio de los trajes', reclamó al tribunal la anulación del proceso por vulneración de derechos fundamentales. Dijo que su cliente será juzgado por delitos por los que no fue imputado, como la falsedad documental.