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Unas 6.000 personas disfrutan del Toro del Aguardiente de Puerto Serrano
La localidad protagoniza la primera suelta de reses de todo el año en España y vive una jornada de fiesta sin incidentes reseñables y sin heridos de consideración
PUERTO SERRANO. Actualizado: GuardarEntrada por la puerta grande en el nuevo año. Puerto Serrano celebró ayer de su tradicional Toro del Aguardiente, la primera suelta de astados por la calle del año en toda España, y su primera gran fiesta de un año que volverá a llegar cargado de citas importantes, como la del carnaval del próximo mes de febrero. Unas 6.000 personas, mil de ellos visitantes, desafiaron a las amenazas del tiempo y pudieron disfrutar con las carreras de los jóvenes, a escasos centímetros de los cuernos, que se desarrollaron por los casi quinientos metros de la calle Pedro Sanz, antigua calle Feria.
Los cuatro erales, de la ganadería Carlos Núñez, dieron mucho juego ya que todos hicieron varias veces el recorrido, haciendo disfrutar a todos los que estaban presentes tanto en la calle como en el vallado y en las terrazas, balcones y azoteas. La cita transcurrió sin problemas reseñables y sólo se produjeron «los típicos roces y revolcones, en encierros de este tipo», destacó el delegado municipal de Seguridad Ciudadana, Francisco Javier Galvín. Además, el dispositivo compuesto por trabajadores municipales, Guardia Civil, Policía Local, miembros de la USECI y equipos de emergencia sanitarias «funcionó perfectamente aunque no fue necesaria su intervención», destaca Galvín quien agradece «la muestra de civismo que demuestran los policheros que permite hacer que la fiesta cada vez resalte más».
Sin lluvia
La amenaza de lluvia pudo restar algo de público a la cita aunque Puerto Serrano acogió a un millar de visitantes que quiso compartir con sus vecinos esta fiesta tan popular. No obstante, durante los cuatro encierros, que cada uno duró unos 45 minutos, sólo se registraron algunas gotas de lluvia por lo que los paraguas sólo sirvieron para llamar la atención de los toros.
El primero de los encierros arrancó alas 14.15 horas y una hora después se llevó a cabo el segundo. Tras el parón, típico para reponer fuerzas y disfrutar del bocadillo, la segunda parte de la cita se arrancó un poco más tarde del horario previsto, finalizando los encierros a las 5 de la tarde, la hora que tradicionalmente suele acabar esta cita. Los policheros hicieron posible que la cita siga su crecimiento gracias al buen ambiente de la misma.