ESPAÑA

Urkullu urge a ETA a que se desarme ya y pide cita a Rajoy para hablar de presos

El Gobierno mantiene su silencio ante el comunicado de los reclusos, pero descarta cambios penitenciarios

MADRID. Actualizado: Guardar
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El presidente del Gobierno vasco escogió la equidistancia entre ETA y el Ejecutivo de Rajoy. Exigió a los terroristas un desarme «urgente» para que el comunicado de sus presos tenga consistencia y pidió hora en la Moncloa para hablar de cambios en política penitenciaria y exponer su plan de paz.

Iñigo Urkullu confía en tener más éxito con Rajoy que en anteriores citas, en las que sus demandas de una flexibilización de la política penitenciaria cayeron en saco roto. Pero quiere acudir al encuentro pertrechado de razones y por eso urgió a ETA a que se desarme ya para que el paso dado por los presos de la organización terrorista se aprecie desde el Gobierno de Rajoy como el principio del final de verdad, y no como un movimiento táctico más.

El lehendakari, rodeado de todos sus consejeros tras la última reunión del año del Gobierno de Vitoria, aplaudió ayer «el avance» y «el cambio significativo» que, a su juicio, ha supuesto el comunicado del colectivo de presos de ETA, en el que los terroristas rechazan la violencia, reconocen el daño causado en el pasado y aceptan la legalidad penitenciaria, reinserciones individuales incluidas. Ese cambio de postura, que liquida una filosofía de decenas de años de irreductibilidad carcelaria, puede tener muy poco valor, según Urkullu, si no va acompañado del desarme de la organización.

La entrega de las armas, por tanto, es «un paso urgente», pero todas las partes implicadas -el Gobierno central, el vasco, los partidos sin excepciones y ETA- tienen que dar «pasos firmes y lo más rápido posible». El desarme, conforme a los análisis que hacen la izquierda abertzale y los nacionalistas vascos, se materializará a corto plazo. No descartan que se anuncie y se produzca en el primer trimestre de 2014.

El presidente del Gobierno vasco puso asimismo sobre la mesa la conveniencia de que los presos que quieran acogerse a los beneficios penitenciarios utilicen la 'vía Nanclares' o 'vía Zaballa'; es decir, añadir al paso dado la solicitud de perdón a las víctimas, asumir el pago de las indemnizaciones por sus atentados y la colaboración con la justicia. Una veintena de reclusos de ETA se acogieron a esta fórmula, puesta en marcha por el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero. Esa vía, insistió Urkullu, «es absolutamente válida».

Fuentes del Gobierno vasco calculan que cerca de 300 de los 400 miembros de ETA que quedan en la cárcel tras las alrededor de 60 liberaciones producidas en las últimas semanas con la derogación de la doctrina Parot podrían salir de prisión en los próximos cinco años. El centenar que seguiría entre rejas son los condenados con el Código Penal reformado en 1995 y tendrán que cumplir, en función de la gravedad de sus delitos, entre 30 y 40 años encerrados.

Reunión en la Moncloa

Urkullu quiere hablar de estos temas con Rajoy y espera verse con él en «próximas fechas». Dijo que ya se ha puesto en contacto con el presidente del Gobierno para concertar la cita. Desde la Moncloa apuntaron que será bien recibido siempre, pero no para hablar de política penitenciaria porque se va a mantener inamovible. Los presos de ETA que quieran salir a la calle tendrán que cumplir con todos los requisitos legales como el resto de los reclusos, advirtieron las fuentes del entorno presidencial. El lehendakari ha reclamado en cada visita a Rajoy una flexibilización de esa política, pero ahora si cabe es más «imprescindible, necesaria y urgente» ante el nuevo panorama que han dibujado los presos terroristas.

El Gobierno oficialmente guarda silencio ante el comunicado del colectivo de presos de ETA. Rajoy ha ordenado silencio, reconocen fuentes gubernamentales anónimas que solo se atreven a decir que el paso dado es mejor que nada, pero descartan que se vayan a producir nuevas excarcelaciones a corto plazo fruto de este cambio de postura de los reclusos terroristas.

Si Rajoy no quiere ni oír hablar de cambios penitenciarios, la misma suerte parece que correrá la intención de Urkullu de exponer un plan de paz que incluye un programa de reinserción de presos etarras llamado 'Hitzeman' (dar la palabra). El lehendakari ya entregó al presidente un borrador en su visita a la Moncloa de julio, pero nunca ha recibido un comentario al respecto.