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Los estudiantes islamistas tensan su desafío al Ejército en Egipto

Dos facultades de la Universidad Al-Azhar, dañadas por un incendio en medio de la batalla campal entre partidarios de Mursi y la Policía

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Khaled el-Hadad, estudiante de 19 años, es el último 'mártir' de los Hermanos Musulmanes en Egipto. Desde el golpe militar del 3 de julio contra el presidente democrático Mohamed Mursi más de mil personas han perdido la vida en los choques con las fuerzas del orden, la mayoría miembros o simpatizantes de la Hermandad, y, pese a declarar a la Cofradía esta semana «organización terrorista», las movilizaciones no se han detenido. Los manifestantes saben que se enfrentan a penas de al menos cinco años sólo por el hecho de participar en una marcha, pero siguen saliendo a las calles para mostrar su rechazo al Gobierno impuesto por los militares.

El epicentro de la protesta en esta «semana de la ira», convocada por la Coalición para la Defensa de la Legitimidad encabezada por los islamistas, es la Universidad de Al- Azhar, el centro de estudios del islam suní más importante del mundo, donde los seguidores de los Hermanos Musulmanes trataron de detener los exámenes de mitad de curso y chocaron con las fuerzas del orden. El joven El-Haddad perdió la vida, otros cinco compañeros resultaron heridos, hubo más de 60 detenidos y los edificios de las facultades de Empresariales y Agricultura resultaron dañados por el fuego.

Los estudiantes islamistas de Al- Azhar se levantaron contra su propia institución el 3 de julio al conocer que el gran jeque del centro, Ahmed al-Tayyeb, mostró su apoyo al golpe del general Abdul Fatah el-Sisi contra Mursi. Desde entonces no han cesado unos incidentes que esta semana se han recrudecido después de que las autoridades interinas calificaran de «organización terrorista» a la Hermandad.

La decisión de Al-Tayyeb llevó también al influyente clérigo egipcio Yusef al-Qaradawi a renunciar al puesto en el Comité de Académicos de la institución y pedir a «los hijos y académicos libres de Al-Azhar que anuncien su rechazo a la situación política en el país» y que «abandonen la institución, que se ha convertido en un cadáver». Unas palabras que son órdenes cuando llegan de boca de uno de los clérigos más mediáticos e influyentes del islam suní gracias a su presencia en canales como Al-Yasira.

Detenciones y atentados

El endurecimiento de la represión y la aplicación de la ley antiterrorista a quienes participen en las marchas de protesta contra el golpe militar no han silenciado las movilizaciones que encabezan los Hermanos Musulmanes. El viernes hubo cinco muertos y las fuerzas del orden practicaron 265 detenciones en las principales ciudades del país.

La última semana ha estado marcada por los atentados del martes y el jueves, en Mansura y El Cairo respectivamente, en los que al menos quince personas perdieron la vida y se registraron decenas de heridos. Un grupo yihadista reivindicó los ataques, pero las autoridades consideran a la Cofradía responsable de estas acciones.