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Crece el interés por los proyectos para explotar las salinas

Hay empresas que trabajan para la creación de un 'clúster' salinero, mientras que Emproa presenta una propuesta de crianza de pescado de estero

SAN FERNANDO. Actualizado: Guardar
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Durante muchos años San Fernando vivió de la sal, pero el tiempo cegó esta arteria económica que ahora lucha por sobrevivir. Las empresas que aún siguen en la ciudad han reconvertido su actividad y buscado nuevos modelos para rendir en el mercado, como el caso de la Flor de Sal de la salina de San Vicente. Sin embargo, ha surgido un movimiento que precisamente busca recuperar el esplendor perdido en la ciudad. Son varias las personas que están trabajando en dos proyectos concretos que pretenden recuperar los esteros para ponerlos en uso y, a través de métodos tradicionales, sacar rentabilidad en nuevos mercados.

Una de estas propuestas está encabezada por la entidad de Empresarios y Profesionales de la ciudad (Emproa). El colectivo la presentó en la última Mesa por el Empleo celebrada en el Centro de Congresos y aseguró ser capaz de generar puestos de trabajo a corto y medio plazo. Se trata, según el presidente de la entidad, José Luis Cardoso, de devolver a esteros y salinas en desuso su actividad original mediante el trabajo desarrollado siguiendo las pautas tradicionales de crianza del pescado autóctono. Una idea en la que ya trabajan técnicos y empresarios de la localidad, como adelantó el propio Cardoso.

Pero no son los únicos. Ya que hay otro, aunque en este caso más que un proyecto se trata de un 'megaproyecto', para la explotación de miles de hectáreas que incluyen la salina de Tres Amigos. Tras un año paralizado, las autorizaciones pertinentes han llegado y se puede seguir con la creación de un 'Clúster Salinero de la Bahía de Cádiz'. Un conjunto de empresas, organizaciones y administraciones entre las que se encuentra el Ayuntamiento de San Fernando, Innovamar, Tecnotur, incluso la Diputación.

La intención es sacar y exportar sal a grandes cantidades a China. Los empresarios que promueven la idea incluso ya cuentan con lazos comerciales allí. Además de sacar rédito también al pescado de estero, no crear una piscifactoría en un estero, sino la crianza del auténtico pescado de estero. Todo ello con la recuperación del entorno y de molinos de mareas y otros equipamientos para crear espacios turísticos y gastronómicos.