«Queremos echar a Putin del poder»

María Aliójina y Nadezhda Tolokónnikova, juntas ya en Moscú tras ser liberadas el lunes, hablaron ayer a la prensa y no contuvieron ninguna de sus quejas. Han cumplido prácticamente íntegra su condena de dos años de prisión y no encuentran ningún motivo para agradecer su excarcelación sólo unos meses antes. Al contrario, lo consideran un beneficio para Putin y su imagen antes de los Juegos Olímpicos de Sochi, «su proyecto favorito», que invitaron a boicotear. «En lo que respecta» al presidente ruso, «nuestra posición no ha cambiado. Queremos seguir haciendo aquello por lo cual nos encarcelaron: queremos echarlo», dijo Tolokónnikova.

Ella fue la más dura con el presidente ruso, tal vez por haber sido también la que ha sufrido un cautiverio más rígido. «Putin es un chequista cerrado, opaco, con muchísimos temores», dijo la jóven aludiendo a los miembros de la Checa, la policía secreta que precedió al KGB del que fue agente el presidente ruso. Aliójina ofreció más datos sobre la 'paranoia' que ambas atribuyen al mandatario. Para él, «siempre hay conspiraciones, sospechas». «Si una persona trata de controlarlo todo (...) tarde o temprano se le escapará el control de las manos. En primer lugar, porque es imposible controlarlo todo», sentenció. Y junto a ella, Tolokónnikova reconoció con asombro: «OPienso que de verdad cree que Occidente constituye una amenaza para nuestro país».

Este espíritu combativo contrasta mucho con el cansancio y el hartazgo mostrados por el más célebre de los disidentes liberados en los últimos días por el Gobierno ruso. El pasado martes Mijaíl Jodorkovski, temporalmente en Berlín desde su excarcelación hace una semana, se dirigía a las jóvenes a través de su página web para recomendarles que eviten «el odio y el rencor, tras la dureza de lo sufrido». A él se refirió ayer Tolokónnikova cuando la prensa le pidió que sugiriera un nombre para suceder a Putin como presidente. «Me gustaría mucho invitar a Mijaíl Borisovich a ocupar ese cargo».

Las dos Pussy Riot explicaron el proyecto para la defensa de los derechos de los presos rusos del que vienen hablando desde que salieron de la cárcel. Se denomina Zona del Derecho y comenzaron a trabajar en él en las prisiones donde cumplían condena.