Un asesino múltiple excarcelado por la 'vía Parot' regresa a prisión por robo
'El Seco' acepta una pena de siete meses por tratar de abrir un coche en Villarrobledo, su pueblo, donde mató a tres personas en los noventa
TOLEDO. Actualizado: GuardarMes y medio le ha durado la libertad a Pedro Antonio Martínez Seco, alias 'El Seco', tras estar más de 20 años en la cárcel por asesinar a tres vecinos de Villarrobledo, Albacete, en los años noventa.
El asesino múltiple beneficiado por la anulación de la doctrina Parot volvió a prisión ayer después de celebrarse un juicio rápido por el intento de robo de un coche cometido la noche del jueves en su pueblo, Villarrobledo.
El reo ha aceptado la petición de pena que solicitó la Fiscalía al juzgado de primera instancia e instrucción número dos de la localidad manchega y cumplirá siete meses y diez días. Es decir, ha preferido entrar en la cárcel que recurrir su condena y es el primer excarcelado por la 'vía Parot' que vuelve a prisión.
'El Seco', al que los forenses difinieron durante el juicio por el triple crimen como un «psicópata sin sentimientos», había forzado la cerradura de un coche cuando la Policía Local lo descubrió 'in fraganti'. Previamente, había llamado al timbre de varios domicilios cercanos para cerciorarse de que no había nadie en su interior que le pudiera ver. Pero un residente de la zona lo delató y llamó a los agentes.
Cuando estos llegaron, 'El Seco' trató de esconderse en otro vehícilo, pero al final lo detuvieron y comprobaron que se trataba del mismo hombre que en la década de los noventa sembró el pánico en la comarca al acabar con la vida de tres hombres: Pedro José Moreno, un marmolista de 33 años; José Ballesteros, un albañil de 23 y Juan Segundo López, un taxista de 42.
Los tres tuvieron la mala suerte de cruzarse con este hombre sin escrúpulos. El primero en junio de 1991 y el segundo, seis meses después. Los dos aparecieron apuñalados y con la cabeza destrozada a golpes. Dos años después, mató al taxista en un descampado de Villarrobledo.
Unos días más tarde fue detenido y, tras ser juzgado, fue condenado a 90 años de prisión. En 2010 logró salir a la calle durante unos días gracias a los beneficios penitenciarios, pero al poco tiempo volvió a estar entre rejas al aplicársele la doctrina Parot. El pasado 14 de noviembre quedó en libertad y abandonó por su propio pie la prisión de Ocaña, en Toledo.
Desde entonces, se había dejado ver en Villarrobledo buscando trabajo en la oficina de empleo. Pero no había tenido suerte. Y cuando parecía que su reinserción iba por buen camino ha vuelto a delinquir y ha ingresado en prisión. «Él estaba aquí como cualquier ciudadano porque ha cumplido su condena con la sociedad, pero también como ciudadano debe cumplir las leyes y estar dentro de unas reglas y no saltárselas», declaró ayer Valentín Bueno, alcalde de esta localidad de 27.000 habitantes. Precisamente, los vecinos habían recogido firmas para impedir su regreso al pueblo.