La autopista de la felicidad, de norte a sur
Mondragón, Leganés y Bailén reparten un Gordo que también baña Pontevedra, Asturias, Palencia, Barcelona, Valencia, Toledo y SevillaLa lotera de la ciudad del sur de Madrid ha dejado entre los vecinos 360 millones de un número vendido de forma exclusiva en ventanilla
MADRID / LEGANÉS. Actualizado: GuardarY el Gordo salió a las 10.46 horas. Joel Fernández y Andrea Ladrón de Guevara cantaron, con gran aplomo, el 62246, que cruzó España de norte a sur. Pero fueron tres localidades las que focalizaron la felicidad. En el centro, Leganés. Una de las grandes ciudades dormitorio del sur de Madrid. Allí la administración número 8, situada en la plaza de El Salvador, vendió 90 series, es decir, 360 millones, del que desde hoy es un número mágico. En el norte, Mondragón, la cuna de Fagor, la administración número 2 repartió entre los vecinos 45 series, 145 millones, a «gente del barrio» que sirve para «romper un poco el pesimismo», según el lotero José María Garay; y por último, en el sur, en Bailén se repartieron 15 series del gran premio de la Navidad.
La alegría en Leganés apareció poco a poco. La administración, situada cerca de la iglesia de El Salvador, no recibió la avalancha de agraciados que podía visitar la sede en años anteriores. La felicidad de cobrar 400.000 euros al décimo (320.000 limpios después de pasar por la taquilla de Hacienda) no era externa. Era para dentro. Muy pocas personas se acercaron a la administración de lotería de María Luisa Ron Sánchez. Casi ni la propia lotera. Se había marchado con su perro a pasear como todas las mañanas cuando la llamaron para comunicarle la buena nueva.
Las prisas por ir a la administración número 8 hicieron que se olvidara de la lista de control, pero no de aparecer perfectamente arreglada para recibir a los periodistas. María Luisa hizo cuentas a ojo. Cree que ha vendido 900 décimos, es decir, 356 millones que se quedaron los leganenses. «Se ha vendido en ventanilla en el 99% de los casos. Puede que haya alguna empresa, pero sobre todo son vecinos», aseguró con un aplomo raro en estos momentos. Al ser tan céntrica la administración, María Luisa no se atrevió a dar un perfil del vecino que se ha llevado el premio. «Hay de todo», confesó. La lotera duda que sepa quiénes son los agraciados. A lo largo de la historia de la administración, se han dado cinco premios y María Luisa solo ha conocido un número de la Lotería Nacional. «La gente se esconde más que antes», apunta la lotera. Uno de los pocos que sí se aproximó al centro de la ciudad fue Raúl Clavero, al que el dinero hará que su familia pueda sacar un poco más la cabeza de la crisis. Con sus padres en paro, él y su hermana son los encargados de pagar la hipoteca. Tampoco ganan mucho. Raúl es becario. «Bendito capricho es pagar la hipoteca», contestó el joven cuando le han cuestionado sobre en qué invertirá el dinero.
Series por doquier
Pilar también echará una mano para que su hermano tenga una alegría estas navidades. Casada y con tres hijos, el soniquete de los niños de San Ildefonso le pilló en la preparación de su «cocidito de los domingos». Al escuchar a los chavales, dejó los fogones y se acercó a la plaza del pueblo. Igual que Alfonso, de 53 años y en el paro desde febrero. Un pellizquito que le «dio un vuelco el corazón» y que servirá para pagar los gastos de su hijo que está de Erasmus. «Si fuera por Wert...», comentó. Mariano Roncero tendrá que repartir sus dos décimos con sus amigos de la peña El Carro, formada por nueve parejas de jubilados.
El Gordo también sonrió a otras provincias. La diosa Fortuna quiso agraciar también a Sanlúcar La Mayor (Sevilla), Quintanar de la Orden (Toledo), Avilés, Pontevedra, Huelma (Jaén), Barcelona, Madrid y Valencia, tanto en Manises como en la capital. Todas estas administraciones vendieron una serie del 62246, con muy diferente repercusión.
En Manises no paraban de descorchar botellas. A primera hora, se llevaron la alegría de haber vendido parte de un quinto premio, el 14850. Pero en la calle Maestro Guillén, en el centro de este pueblo pegado, literalmente, a la capital, tenían que repartir más premios. Y se llevaron el Gordo. Una serie entera vendida en ventanilla. «Es el quinto año consecutivo que vendemos algo importante», comentó eufórico Fran Sanchis, responsable de la administración. Por este motivo cree que está muy repartido. Porque mucha gente solo se acercaba a Manises para comprar décimos en uno de los epicentros de la suerte, que también sonrió al Ministerio de Hacienda. Con todas las series vendidas, el pellizco que se va a llevar el departamento de Cristóbal Montoro es importante. Solo en Leganés, 78 millones irán a parar a las arcas del Estado.