PAN Y CIRCO

JUEGUEN, JUEGUEN

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Resulta que para muchos (cada vez menos) España tiene la mejor liga del mundo. En España juegan los mejores del mundo, Messi y Cristiano, pero el equipo que domina Europa es alemán y el que futbolista que debería ganar el Balón de Oro 2013, francés, aunque igual al regreso de vacaciones se consuma una metedura de pata que consiga hacer olvidar otra de mayor calado.

Porque la mejor liga del mundo se va de vacaciones. Como todo buen hijo de vecino. Para eso tienen jornadas interminables de trabajo y unos contratos leoninos que defender con uñas y dientes. No seré yo quién pretenda restar beneficios personales a quienes alimentan las ilusiones de millones de personas en nuestro país, pero sí el que defienda con tesón la teoría de que el fútbol, como espectáculo deportivo que es, debe estar al servicio del público, y no al revés, como parece en ocasiones. Una cosa es admirar, envidiar y aspirar a todo lo que se mueve entorno al mundillo futbolístico y otra perder la perspectiva y restar importancia al actor principal para que todo el tinglado siga funcionando.

Si tomamos como referencia el periodo vacacional de cualquier escolar observamos cómo en la mejor liga del mundo se disputan dos jornadas en diecisiete días, y a regañadientes, mientras que en otras competiciones, como la Premier League, se intensifica el calendario porque se intenta potenciar la presencia de la gente en los estadios. Hasta cuatro jornadas en doce días se disputan en Inglaterra. Otro ejemplo de lo que es saber vender una competición lo encontramos en la NBA, donde preparan una jornada especial el día de Navidad, con enfrentamientos de máxima rivalidad o tradición para que la fiesta sea para el público. y no para los jugadores.

El fútbol hay que entenderlo con sus privilegios y sus inconvenientes. No es justo exigir con vehemencia los derechos de los mortales y regatear las obligaciones de los 'marcianos', que en ocasiones parecen vivir en una burbuja que de tanto usarla corren el riesgo de que termine pinchándose.