![](/cadiz/prensa/noticias/201312/23/fotos/7701953.jpg)
La oposición tailandesa boicotea las elecciones y toma las calles
El Ejército advierte de la posibilidad de que estalle una guerra civil y los partidos lamentan que se haya perdido la fe en la democracia
SHANGHÁI. Actualizado: GuardarEstaba muy equivocada la primera ministra de Tailandia, Yingluck Shinawatra, si creyó que disolviendo el Parlamento y convocando elecciones anticipadas «para devolver el poder al pueblo» iba a desactivar la grave crisis política que asola a su país. Porque, el sábado, la principal formación de la oposición, el Partido Demócratico, anunció lo que vaticinaban muchos los analistas desde hacía días: que no presentará ningún candidato para los comicios del próximo 2 de febrero. «El pueblo tailandés ha perdido la fe en el sistema democrático», afirmó su líder y ex primer ministro Abhisit Vejjajiva. «La política tailandesa se encuentra en una fase fallida», sentenció.
Las calles de la capital, Bangkok, corroboraron ayer su opinión. Una vez más, decenas de miles de manifestantes demandaron la dimisión de Yingluck y la creación del 'consejo popular' que exige Suthep Thaugsuban, el hombre que ha vuelto a sumir al país en el caos político con la repetitiva convocatoria de protestas. Alrededor de mil manifestantes estuvieron cerca de acceder a la residencia de la primera ministra, que siguió los acontecimientos desde un tren. Y, aunque las diferentes mareas humanas que recorrieron ayer el centro de la ciudad y confluyeron en el Monumento a la Victoria, donde esta semana pretenden evitar que se registren los candidatos a la elecciones, fueron pacíficas, ya hay quienes muestran su preocupación por el desenlace al que puede abocar la actual escalada de tensión. El peligro está en que los insultos se conviertan en balas.
De hecho, el general Prayuth Chan-ocha aseguró el sábado que la gran división política en Tailandia «puede desencadenar una guerra civil». De momento, el Ejército ha tratado de mantener una posición de neutralidad y no ha intervenido en ningún momento, pero el general dejó caer que si la brecha que separa a partidarios y detractores del Gobierno se ensancha, algo que está sucediendo también más allá de Bangkok, la situación podría cambiar dramáticamente.
El 2 de febrero
Y para evitarlo propuso la formación de otro 'consejo popular' en el que estén incluidos ciudadanos de ambos bandos. «Deben ser un grupo neutral formado por representantes de todo tipo de ideologías, pero en el que estén excluidos los líderes políticos», explicó Chan-ocha. El objetivo es que, después de un diálogo interno este 'consejo popular' dicte una solución para resolver el enfrentamiento actual, y que ésta sea aceptada por todos los partidos políticos. «Por eso, el Consejo no puede ser patrocinado por ninguno de ellos».
De momento la propuesta del militar no ha recibido respuesta, y el Ejército se ha mostrado dispuesto a colaborar en la organización de las elecciones del 2 de febrero. No obstante, un militar anónimo mencionado por la BBC cree que es conveniente retrasar la votación como exigen diferentes partidos de la oposición. Pero el Gobierno se niega a tal extremo.
Yingluck concedió ayer que «el país necesita una reforma», y por eso anunció su intención de crear un consejo para ello tras las elecciones, pero añadió que esa reforma «sólo se puede dar dentro del marco del sistema democrático». En cualquier caso, todavía no se sabe siquiera si la primera ministra se postulará a la reelección, y algunos en su partido consideran que no es buena idea.