El PP endurece su discurso en Cataluña
Alicia Sánchez-Camacho veta los presupuestos regionales y apela a la intervención de la autonomíaEl Ejecutivo mira con recelo la estrategia de su dirigente catalana, que la semana pasada recurrió los presupuestos de 2014
Actualizado: GuardarEl PP aparca la diplomacia en Cataluña. El órdago de Artur Mas, que la semana pasada anunció la fecha y el contenido de la pregunta del referéndum de autodeterminación, ha supuesto un punto de inflexión en la estrategia de Alicia Sánchez-Camacho, presidenta de los populares catalanes. Su formación deja atrás meses de manos tendidas y llamamientos al sentido común para pasar a una confrontación abierta con CiU y ERC. No se trata de un salto al vacío. La estrategia cuenta con el visto bueno de la dirección nacional del PP, que opta por acciones más contundentes ante el fracaso del frente constitucionalista que quiso formar con el PSC, Unió (presidida por José Antonio Durán Lleida) y Ciutadans.
Una mano dura ante los postulados independentistas que llevaban meses reclamando tanto el sector más conservador de la formación de centro-derecha, como algunos iconos del PP como José María Aznar, de que la inacción pudiera poner en riesgo real la unidad de España. Además, el tono del partido que preside Albert Rivera mantiene en Cataluña estaba ganado adeptos entre el electorado 'españolista', que es el único granero que tienen el PP en esta comunidad autónoma, la segunda más poblada en el conjunto del país tras Andalucía.
Mariano Rajoy, de momento, se limita a prometer que dicha consulta no se celebrará, pero guarda sigilo sobre las armas legales que piensa aplicar si Mas acaba impulsado una consulta ilegal. Sin embargo, Sánchez-Camacho va a por todas. Defiende que el artículo 155 de la Constitución no establece que se deba suspender la autonomía, sino hacer cumplir las leyes a las comunidades autónomas. Eso supondría, a su juicio, que antes de intervenir la Generalitat cabe adoptar otras muchas decisiones. Citó la posible inhabilitación del presidente de la Generalitat y de aquellos consejeros que vulneren lo dictaminado por el Tribunal Constitucional, lo que podría provocar un cambio de gobierno sin la necesidad de menoscabar ninguna competencia autonómica.
Pero la número uno de los populares catalanes, cansada de que los impulsores del referéndum pongan como ejemplo la decisión de Londres de autorizar la consulta independentista en Escocia, emplea la historia reciente del Reino Unido para rebatir dicho argumento: «Gran Bretaña suspendió en varias ocasiones una autonomía, la del Ulster (Irlanda del Norte) de manera pacífica y no ocurrió nada y aquí se menciona esa posibilidad y se habla del gran bache antidemocrático».
Por lo tanto queda poco de aquel PP catalán que al principio de la anterior legislatura llegó a salvar a CiU en el Parlament de perder algunos debates clave, como la aprobación de los presupuestos regionales. De hecho, este mes los populares elevaron al máximo órgano consultivo de la Generalitat el proyecto de presupuestos para 2014 y la Ley de Acompañamiento, al entender que podrían «vulnerar claramente» la Constitución Española y el Estatuto. Los populares, con esta acción, sólo logran paralizar las cuentas regionales durante un mes, porque su aprobación está garantizada con los votos de CiU y ERC.
El Gobierno, que sigue a rajatabla las indicaciones de Mariano Rajoy, se desmarcó de manera inmediata de este veto. El propio ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, advirtió en los pasillos del Senado que el Ejecutivo no tenía nada que decir de la «iniciativa de doña Alicia Sánchez-Camacho en el Parlamento de Cataluña». Chirrió que el ministro no hablase del PP, sino que personalizó esta medida en la dirigente.
Turbulencias internas
Lo cierto es que la figura de Alicia Sánchez-Camacho no pasa por su mejor momento en el seno del PP. El oscuro asunto del espionaje a políticos catalanes y su extraña relación con la agencia de detectives Métedo 3 desagradaron especialmente a Mariano Rajoy. Génova es consciente de que las próximas elecciones europeas serán un termómetro de cómo cala entre los catalanes esta defensa cerrada de la unidad de España y el inicio de las hostilidades contra CiU, la gran formación del centro-derecha catalán.
Se especula, incluso, con la posibilidad de que Sánchez-Camacho sea una de las líderes regionales del PP que acabe en la lista a las elecciones europeas, lo que dejaría el partido en manos del actual portavoz parlamentario, Josep Enric Millo, al que el propio Rajoy alabó en la última interparlamentaria popular.