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Rescatado del fango de la historia
El tesoro de los pecios hallados en el muelle de Cádiz se amplía con nuevos hallazgos
CÁDIZ Actualizado: GuardarPrimero fue un lingote de plata de poco más de 30 cm y alrededor de ocho kilos de peso. La pieza descubierta alimentó la sospecha de que formara parte de un yacimiento arqueológico subacuático, que muy probablemente no hubiera aparecido sino se hubiese acometido la ampliación del muelle de contenedores del Puerto de Cádiz. Casi dos años después de aquella insólita aparición, tras 24 meses de trabajos, 2.500 inmersiones -3.000 horas bajo el mar- el tesoro conquistado, recuperado y a un paso de ser puesto en valor para la ciudadanía es mucho más amplio, sorprendente y gratificante que lo que la mayoría esperaba. Las aguas que abrazan el muelle gaditano son tan fangosas que la visibilidad en ellas es casi nula. Esas capas de arena gruesa han cobijado durante siglos, como si se tratase de una coraza, a dos pecios, un buque militar y otro mercante, del siglo XVII el primero, del XVI el segundo. Lo extraído de ambas embarcaciones constituyen un verdadero tesoro en tanto en cuanto ayuda a reconstruir sus propias historias, de quienes viajaban en él y del contexto histórico en el que sucedieron sus respectivos hundimientos a los pies de la costa gaditana. Un mes después de que hayan finalizado los trabajos de excavación realizados por la empresa Tanit y expertos del Centro de Arqueología Subacuática, y al tiempo que continúan las labores de dragado en la futura zona de maniobras de los buques, han sido presentados todos los elementos encontrados en las prospecciones. La cita fue ayer y en ella se estrenaba en estas lides el presidente de la Autoridad Portuaria, José Luis Blanco, que estuvo acompañado por el delegado del Gobierno de la Junta en Cádiz, Fernando López Gil, y la delegada de Cultura, Cristina Saucedo.
Las cajas de madera y la cochinilla
Del pecio 1 o buque militar se conserva un total de 20 metros de eslora y 7 metros de manga. Los estudios realizados indican que se trata de un buque con toda probabilidad español, cuya construcción se corresponde con una tipología atlántica. Aquí han sido localizados 27 cañones de hierro de diversas medidas -además de balas-, que probablemente fueran fabricados en Suecia, país que en el siglo XVII solía surtir de este tipo de armas a las potencias del momento. Si primero fue uno, ahora son 23 los lingotes de plata de distintos tamaños y formas encontrados en este pecio. El delegado apuntó durante la rueda de prensa que algunos de estos lingotes podrían proceder del contrabando dado que, por los estudios realizados hasta el momento, no contenían el sello que indicaba el pago del impuesto pertinente. Del pecio 1 también se han rescatado diversas pesas de plomo, un pequeño ponderal de oro, trozos de cerámica, así como objetos relacionados con la navegación como un astrolabio, además de dos anclas de hierro, diversas suelas de cuero y restos óseos de animales.
Siete cañones de bronce fabricados en Génova, otros dos de hierro y un par de anclas del mismo material guardaba el pecio mercante, el llamado pecio 2. Se trata de un navío de 27 metros de eslora y 7 de manga, de tradición mediterránea y que, probablemente, estaba destinado a la redistribución de productos. Esto es, en su interior, se han encontrado tanto material de origen nacional como de productos americanos. Las últimas prospecciones han permitido encontrar restos de barriles de distintos tamaños y cajas de madera intactas que contenía diversos frutos, tabaco o cochinillla que, empleada como tinte, era considerada como un producto de lujo. Se han localizado también compases empleados para la navegación, suelas de zapato, pipas de caolín, restos óseos, cerámica e, incluso, restos de aceituna junto con su aliño o salmuera. Hasta un pequeño y original costurero o semillas que podrían ser de mostaza ayudan a trazar el pasado de esos buques. Cabe destacar que en anteriores prospecciones, las primeras y previas al traslado del pecio 1, se encontraron, entre otros elementos, un peto de hierro con remates de bronce, planchas de cobre, dos monedas de plata y una campana de bronce.
Futuro museo arqueológico
La ubicación del barco militar hundido hizo necesario su traslado para poder seguir investigando sus restos a la par que continuar con la obra de la terminal de contenedores. Se llevó a cabo a finales del año pasado por medio de una complicada y pionera maniobra de la que Blanco dijo ayer sentirse muy satisfecho. Igual de contento se mostró López Gil al informar del futuro de los restos arqueológicos encontrados bajo el mar gaditano. Suponen para Cádiz una oportunidad con la que resarcirse del reparto del tesoro de la fragata Nuestra Señora de la Mercedes. El museo que actualmente lo expone, el Nacional de Arqueología Subacuática de Murcia ha visto incrementadas sus visitas en un 14%. Así, el delegado, aunque habló de que muchos de los elementos de los pecios podrán ser exhibidos a lo largo del año próximo en el Museo Provincial, volvió a mostrar su apoyo a la creación en Cádiz capital de un museo de arqueología subacuática. «Hemos abierto la puerta al Ayuntamiento de Cádiz para caminar juntos en este proyecto. La alcaldesa hablaba de la Escuela Naval como posible enclave y nosotros nos comprometemos a ceder el suelo y el contenido en un futuro, pero se necesita buscar el apoyo de otras administraciones».