«Nunca he tenido que sacrificar un gran sueño»
El neoyorquino firma su comedia más emocional sobre un personaje anodino con gran mundo interior que un día decide hacer realidad sus sueños Ben Stiller dirige, produce y protagoniza 'La vida secreta de Walter Mitty', que llega a las salas de cine el 25 de diciembre
MADRID. Actualizado: GuardarEn las distancias cortas, el neoyorquino Ben Stiller es cercano pero serio. Ni rastro de la comicidad que este actor y director de 48 años imprime a cada uno de sus personajes y que diríase genética -sus padres son dos conocidos comediantes, Jerry Stiller y Anna Meara-. Un 'savoir-faire' que ha dejado su huella en obras tan taquilleras como 'Algo pasa con Mary', 'Starky & Hutch', 'Zoolander', 'Los padres de ella' o 'Tropic Thunder', algunas de ellas reconvertidas en obras de culto como 'Zoolander', una parodia del mundo de la moda de la que podría haber secuela, aunque por ahora solo confirma la existencia de un guion. No da detalles, ni fechas. No tiene prisa. Sabe que algunos proyectos pueden tardar años en materializarse, como la cinta que estrena ahora, 'La vida secreta de Walter Mitty', un proyecto aparcado en un cajón durante años hasta que cayó en manos del guionista Steve Conrad y que llega a los cines el próximo 25 de diciembre.
Stiller, que ejerce como director, protagonista y productor, revisa aquí la historia ideada por el escritor James Thurber -llevada al cine en 1947 por Norman Z. McLeod- sobre un hombre soñador atrapado en una existencia anodina que escapa de su vida gris trasladándose mentalmente a un mundo de fantasía lleno de acción, romance y actos heroicos y que, por circunstancias de la vida, se verá obligado a enfrentarse a sus miedos en el mundo real. Un relato que marcó una época en la sociedad norteamericana y que ofrece ahora revisado y reubicado en la época actual de redes sociales, recortes en las empresas y redefinición vital en un contexto de crisis, y apoyado en los espectaculares efectos visuales que permite la postproducción cinematográfica actual. «Sobre todo me encantó el tono del guion, que no era necesariamente comedia o drama, sino que tenía su propia entidad, así como el viaje que atraviesa el personaje y en el que descubre el mundo», explica el actor y director, recién llegado a Madrid para la promoción de la película. «Es un personaje que vive en su mundo interior pero se ve obligado a enfrentarse a sus temores, descubrir quién es y salir al mundo. Esa evolución, ese crecimiento del personaje, fue el mayor atractivo como actor», afirma Stiller. Su personaje, un concienzudo editor de la revista 'Life', escapa de la rutina a través de ensoñaciones en las que se convierte en un atractivo explorador o un superhéroe capaz de entrar en un edificio en llamas. La evasión como técnica de supervivencia, como admite el cineasta. «Muchas veces desarrollamos vivencias en nuestra imaginación para lidiar con experiencias aburridas o cuando no podemos expresar nuestra creatividad. La fantasía es una herramienta muy importante cuando sientes que no haces lo que realmente quieres», argumenta Stiller, que firma en esta cinta su comedia más emocional.
Otro de los grandes atractivos para el cineasta es la combinación de géneros. «Es como la vida misma, hay elementos cómicos y otros más serios, pero siempre hay emoción, como en la vida, y esa es la idea con la que quería que los espectadores pudieran vincularse, que sintieran cosas, que se emocionaran», explica. La cinta permite al espectador acompañar a su personaje, Walter Mitty, en una aventura extraordinaria en la que experimentará situaciones límite como bañarse con tiburones en las frías aguas de Groenlandia, recorrer Islandia montado en un monopatín o alcanzar la cima del Himalaya en un viaje a contrarreloj que cambiará su vida para siempre.
Rodaje en Islandia
El rodaje, para el que el cineasta llegó a trasladarse a Islandia para plasmar mejor la evolución de su personaje, regala al espectador una fotografía impresionante aunque, según admite Stiller, el mayor desafío no lo halló en parajes recónditos, sino en las calles de Nueva York, donde el equipo técnico tuvo que desplegar una logística descomunal para grabar a Stiller recorriendo en patinete la Quinta Avenida.
Interpretar la historia de un hombre que decide hacer realidad sus sueños lleva a Stiller a declararse afortunado por haber cumplido la mayoría de los suyos, como el de ser director de cine. «Cada vez que tomas una decisión hay consecuencias que cambian el rumbo de tu vida, pero no me he visto obligado a sacrificar ningún gran sueño», reconoce el artista norteamericano, que con 'La vida secreta de Walter Mitty' firma su quinto largometraje como director desde su estreno en 1994 con 'Reality Bites', un drama generacional protagonizado por Ethan Hawke y Winona Rider. Entre sus próximos proyectos, Stiller está inmerso en el rodaje de 'While we're young', donde se pone de nuevo a las órdenes de Noah Baumbach, con quien ya trabajó en 'Greenberg', y en una tercera entrega de 'Noche en el museo'.