![](/cadiz/prensa/noticias/201312/17/fotos/7667903.jpg)
La familia intoxicada no buscaba comida en los contenedores de basura
Los fallecidos habían hecho la compra para las fiestas de Navidad y conservaban los tickets de caja
SEVILLA. Actualizado: GuardarLa familia fallecida el sábado en la localidad sevillana de Alcalá de Guadaíra supuestamente tras ingerir algún alimento en mal estado pasaba dificultades económicas, pero no hasta el punto de buscar comida en los contenedores de basura. De hecho, aún conservaban en casa los tickets de su última compra de alimentos, que se encontraba en buen estado, según confirmaron ayer familiares de los fallecidos y la Consejería de Igualdad, Salud y Políticas Sociales.
El entorno de Enrique Caño, Concepción Bautista y su hija de 14 años se encuentra muy afectado por la muerte fulminante de los tres, y quiso salir al paso de las especulaciones de los últimos días. En el tanatorio, un portavoz de la familia, Miguel Ángel López Rosa, reconoció que los fallecidos no pasaban un buen momento económico y estaban en dificultades. Recogían chatarra y cartones para subsistir, pero no estaban en la indigencia, insistió con energía. De hecho, el progenitor había prometido a sus hijas regalos para Reyes y un viaje familiar a Extremadura para ver a otros parientes.
En este sentido, el alcalde de la localidad donde residían, el socialista Antonio Gutierrez Limones, matizó que la familia cobraba 426 euros de la Renta Activa de Insercción, aunque esta ayuda se terminaba a comienzos del próximo año, de ahí que hubieran solicitado el salario básico que concede la administración regional.
López Rosa pidió «respeto» en estos momentos de dolor porque «hay una niña que tiene que continuar con su vida» en el pueblo. La menor de 13 años aún no sabe nada de lo ocurrido, «y hay que tener la máxima consideración con ella».
La pequeña se encuentra en planta, fuera de peligro y a la espera del alta médica. Sus padres y su hermana fueron enterradas ayer tras haberles sido realizada la autopsia, que confirmó las muertes por parada cardiorrespiratoria de todos ellos.
Sobre el origen de la intoxicación, el portavoz familiar explicó que los fallecidos habían realizado recientemente una compra de alimentos para las fiestas de Navidad, y los comprobantes de la compra se encuentran ya en manos de los investigadores. Según explicó a los médicos la hija superviviente, y que apenas mostró síntomas, la familia cenó pescado, aunque ella tomó un bocadillo de jamón. Los investigadores tomaron muestras de alimentos que estaban en la vivienda que están siendo analizadas por el Instituto de Toxicología con muestras de las vísceras de los fallecidos para concretar la causa de la muerte.
Alerta sanitaria
Las pruebas microbiológicas y toxicológicas tardarán unos días, según confirmó la consejera andaluza de Salud, María José Sánchez Rubio, quien quiso lanzar un mensaje de tranquilidad a la población asegurando que aunque la alerta sanitaria que se activó nada más conocerse lo sucedido se mantendrá vigente hasta que acabe la investigación, no se han dado más casos, ni siquiera leves, por lo que todo se centra en el domicilio de los Caño Bautista y en algún producto que pudo estar mezclado con los alimentos.
Asimismo, quiso salir al paso de las criticas por la actuación de los servicios sanitarios de urgencias, que han motivado incluso una denuncia ante la Fiscalía por parte del Defensor del Paciente al entender que se perdieron horas que «podrían haber sido fundamentales para salvarles la vida». Sánchez Rubio detalló que en la primera llamada solo la menor fallecida presentaba síntomas de una «toxifección alimentaria», con nauseas y vómitos, por lo que recomendaron que si no mejoraban volvieran a llamar.
Así lo hicieron el sábado por la mañana, pero los servicios de emergencias encontraron a la chica de 14 años en parada cardiorrespiratoria, y al padre y la madre, de 61 y 50 años, muy graves.