En la planta de Alestis del Trocadero se monta el cono de cola y la panza del nuevo A350. | A. V.
INDUSTRIA NAVAL

Alestis se la juega a una sola carta

El consejo de hoy debe recomponer el accionariado y aprobar la reflotación de la compañía

CÁDIZ. Actualizado: Guardar
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Las negociaciones para reflotar a la compañía aeronáutica Alestis iban sobre ruedas hasta que el pasado septiembre se torcieron las gestiones. La caja de los truenos estalló justo cuando se tocó la reordenación de su accionariado y se pusieron sobre la mesa los compromisos económicos que cada socio debía asumir en un futuro para garantizar la viabilidad de la empresa. La Junta de Andalucía, principal impulsora de esta compañía aeronáutica, había anunciado su intención de traspasar su paquete de acciones y desprenderse así de su participación del 22% en esta empresa público-privada. De esta forma se permitiría la entrada en el consejo de administración del Gobierno de la Nación, a través de la Sociedad Española de Participaciones Industriales (SEPI). No se trataba de cambiar cromos repetidos por otros. Al contrario. Cada uno tiene sus propios intereses en esta maniobra accionarial. La salida de la Junta y la entrada de la SEPI relajan la tensión financiera que soporta la compañía desde hace más de tres años, con una deuda superior a los 276 millones de euros.

El gigante europeo Airbus tomó las riendas de la producción de Alestis a mediados de 2011 para garantizar con ello la salvación de los programas aeronáuticos que tenía contratados y de los que dependían proyectos claves para la propia Airbus, como era el lanzamiento del nuevo avión A350. La fabricación en serie de este modelo está prevista para el segundo semestre de 2014 y los problemas económicos que arrastraba Alestis amenazaban el buen desarrollo del programa. En estos momentos, se fabrican los prototipos. Airbus tiene una cartera de pedidos de este avión de 682 unidades.

No hay que olvidar que Alestis nació en 2008 de la mano de la Junta y al año siguiente se hizo con un contrato multimillonario de Airbus para fabricar el cono de cola y la panza o 'belly fairing' de este nuevo modelo de avión civil. Airbus temía que el pozo económico en el que se había metido Alestis impidiera cumplir con sus compromisos industriales.

Poco a poco, los ejecutivos de Airbus fueron tomando posiciones, aún sin entrar en el consejo de administración de Alestis, y en 2011 pusieron sobre la mesa las claves para reflotar a la compañía. La primera condición no era otra que la salida del accionariado de su principal accionista, el Grupo Alcor, cuyo consejero delegado, Gaizka Grajales, había llevado a la empresa a una situación insostenible.

En abril de 2012, Alestis entra en concurso de acreedores ante la imposibilidad de hacer frente a los pagos contraídos. Su deuda se dispara y Airbus se pone al frente de la empresa tras hacerse con las acciones del Grupo Alcor por 20 millones de euros. A partir de entonces, Airbus pilota el destino de esta compañía, proveedor aeronáutico de primer nivel, donde la Junta figura como segundo accionista con el 22% de los títulos. Lo que hace airbus es poner orden en la producción y ajustar las cuentas.

Airbus desarrolla un plan de saneamiento y, al mismo tiempo, un plan industrial. El primero de ellos supondrá el desembolso de 174 millones de euros en un plazo de siete años. En este punto hay que recordar que el principal acreedor de Alestis es el propio Estado. De los 276 millones de euros que adeuda, 162 corresponden a ayudas, créditos y subvenciones de los ministerios de Industria y Economía, amén de la exagerada morosidad que mantiene con la Seguridad Social y la Agencia Tributaria.

Apoyo de Industria

Airbus y el Ministerio de Industria negociaron cómo se podía rebajar esta deuda, sin embargo, el Estado no aceptó una quita pero sí el pago aplazado en siete años sin intereses.

En cuanto al plan industrial, Airbus reordenó las plantas para agilizar la producción y reducir costes. Al mismo tiempo, metió la tijera en una plantilla sobredimensionada con 1.653 trabajadores pactando con los sindicatos un ERE que recoge 234 despidos, de los que 175 son extinciones definitivas de contrato y 55 prejubilaciones. Esta decisión empresarial supone la salida de 79 trabajadores de las dos factorías gaditanas. La aplicación del Expediente de Regulación de Empleo aún no se ha ejecutado.

El segundo objetivo del plan estratégico es permitir la entrada en el accionariado de un nuevo socio, como es la SEPI, principal acreedor, que aportará 13,7 millones de euros. El pacto tácito es que la entrada de la SEPI es a costa de la salida de la Junta pero, es aquí donde surgen las diferencias. La Administración regional ya ha confirmado su decisión de abandonar, sin embargo, parece que no está muy de acuerdo en las condiciones de su salida. Los accionistas le exigen a la Junta el pago de 12,5 millones que comprometió en su momento para sacar adelante el ERE. La Junta ha explicado que ya ha dado todo tipo de explicaciones sobre este asunto, pero no ha desvelado cómo pagará este dinero.

La actitud de la Junta ha crispado los nervios de la SEPI y ha obligado a Airbus a cerrar el grifo de la financiación hasta que no se aclare el entuerto. De momento, los trabajadores solo han cobrado el 75% de la nómina de noviembre y temen recortes en la de diciembre.

La reunión de hoy es clave para que la Junta despeje las incógnitas y se firme el acuerdo que lleve al cambio accionarial y, al mismo tiempo, al acuerdo ntre todos los acrredores. La reunoión de hoy es el preámbulo para levantar el próximo 19 de diciembre en el juzgado número 2 de lo Mercantil de Sevilla el concurso de acreedores en el que se encuentra sumida Alestis desde hace más de un año. Entre sus acreedores también figuran pequeñas y medianas empresas del sector.