Egipto juzga a la cúpula de los Hermanos Musulmanes

El comienzo del juicio contra la cúpula de los Hermanos Musulmanes, entre ellos su guía espiritual, puso de manifiesto que la reconciliación en Egipto esta aún muy lejos. Desde la jaula de los acusados, un desafiante Mohamed Badie apareció ayer por primera en público desde que fuera detenido el pasado agosto, y culpó a las nuevas autoridades surgidas tras el golpe de Estado de matar a miles de personas, entre ellos su hijo. El juicio fue pospuesto hasta el 11 de febrero.

Badie, así como otros 14 líderes de la Cofradía que comparecieron ayer con él, como Mohamed el-Beltagy o Esam el-Erian, han sido acusados de instigar a la violencia y el asesinato en un incidente el pasado 15 de julio en Guiza, en el que murieron cinco personas. Siguiendo los pasos del depuesto presidente Mohamed Mursi, todos ellos negaron la autoridad del tribunal, y aseguraron ser «víctimas y no acusados» en este proceso. «Todos hemos visto cómo se mataba a egipcios y se arrastraban sus cuerpos por el suelo como si fueran basura», dijo ayer Badie. «¿Por qué no están ustedes investigando el asesinato de mi hijo, la quema de mi casa o de las oficinas (de los Hermanos Musulmanes)?», preguntó al tribunal. El hijo de Badie, de 38 años, murió en las protestas que siguieron al golpe de Estado.

El juicio a la cúpula de la Cofradía forma parte de la redada que las nuevas autoridades han desatado contra la hermandad islamista. Ayer mismo otros tres seguidores del grupo eran sentenciados a cadena perpetua en la provincia de Qaliubiya por atacar a las fuerzas de seguridad, y la semana pasada 14 mujeres eran condenadas duramente por manifestarse a favor de Mursi, sentencia que fue finalmente suavizada a un año de cárcel con suspensión de la pena.

Desde el golpe del pasado 3 de julio, cientos de islamistas han muerto en los violentos desalojos de los campamentos de protesta de las plazas de Rabaa y el Nahda, en El Cairo, y en enfrentamientos con la Policía en las manifestaciones que recorren distintas ciudades del país casi a diario. Aunque sus bases mantienen la presión en las calles, con la mayor parte de sus dirigentes entre rejas, su destino político inmediato es más que incierto. En noviembre hicieron un llamamiento al diálogo que no fue respondido por las nuevas autoridades militares, los auténticos gobernantes del actual Egipto. Apartados de la redacción de la nueva Constitución, es casi seguro que el grupo optará por boicotear el referéndum, que aún no ha sido convocado pero que podría celebrarse en enero. Sin embargo, el grupo habría dejado la puerta abierta a participar en las próximas elecciones, según han señalado fuentes del Consejo de Europa, que se reunieron la semana con miembros de la Cofradía.