Damm y Luxempart suben su inversión para mantener el control de Pescanova
La cervecera, primer accionista con casi el 8% del capital, quiere liderar la ampliación de capital que acometerá la firma para salir de la quiebra
MADRID. Actualizado: GuardarLa familia Carceller, dueña de la cervecera catalana Damm, quiere seguir dirigiendo la nave de Pescanova una vez que ésta logre salir a flote (del concurso de acreedores) tras cerrar una vía de agua cuantificada en 3.674 millones, es decir, su pasivo al cierre de 2012. La cifra más acuciante, no obstante, es su déficit patrimonial, que ascendía entonces a 1.667 millones.
Para achicar ese agua en forma de números rojos, la compañía presidida desde septiembre por Juan Manuel Urgoiti tiene en marcha varios frentes. En el de los inversores, acometerá una ampliación de capital -para finales de año o incluso principios de enero- en la que los Carceller quieren reforzar su posición accionarial en alianza con el fondo luxemburgués Luxempart.
Los primeros controlan en la actualidad casi un 8% de Pescanova (un 6,2% mediante los títulos que tiene Damm y otro 1,6% a través de su petrolera Disa), mientras que el segundo dispone de un 5,8%. El tercer accionista de la empresa sería el dimitido Manuel Fernández de Sousa, quien dejó la presidencia a mediados de julio tras conocer el demoledor informe del auditor forense KPMG que destapaba distintas irregularidades contables. La pretensión de los Carceller y los responsables de Luxempart es invertir hasta 100 millones más en la multinacional, según fuentes del sector, una operación que harían de forma conjunta a través de una tercera sociedad. Ayer, de momento, sólo trascendió que acudirán a esa ampliación de capital junto a los fondos KKR y Ergon Capital Partners, aunque no el montante que emplearán en ello.
«Necesidades iniciales»
Las previsiones que maneja la directiva de Pescanova es lograr entre 250 y 300 millones extra, muy por encima de los 185 millones de euros que necesita a corto plazo para seguir operando, según el reciente informe de viabilidad entregado por PwC. De ese dinero, según la consultora, 98 millones son para «necesidades iniciales» y el resto servirían para «el crecimiento orgánico».
Dentro de esas nuevas inversiones podrían tener cabida varios fondos conocidos como 'buitre', llamados así por comprar participaciones claramente por debajo de su valor real con el fin de lograr rentabilidades altas (normalmente, un mínimo del 15% anual) para posteriormente revenderlas al mejor postor. Entre los interesados se encuentran Centerbridge y York Capital.
También habría cabida para un nuevo socio industrial. El grupo agroalimentario Cargill es uno de los más interesados, tras perder fuerza la opción de la multinacional alemana Oetker. Mercadona, con la que parece más viable un acuerdo comercial, está en un segundo plano. Por su parte, la banca acreedora aceptaría capitalizar su deuda previa quita; la duda es si aceptarán perder el 70% en que insisten desde Pescanova.