Euskadi vive un rebrote de la 'kale borroka' y las coacciones a partidos
Los radicales atacaron el viernes el Ayuntamiento de Basauri y un 'batzoki' del PNV y, en las semanas previas, otras cuatro sedes del PP
BILBAO. Actualizado: GuardarGrupos radicales embadurnaron el viernes con cubos de pintura roja y amarilla la entrada principal del ayuntamiento vizcaíno de Basuari solo unas horas después de que, en una acción similar de violencia callejera, unos desconocidos cubriesen con grandes banderas españolas y otras pintadas la entrada del 'batzoki' (sede social del PNV) de Barakaldo, ciudad ubicada en la misma provincia vasca.
Los dos ataques, ocurridos en el 35 aniversario de la Constitución, forman parte de un claro rebrote durante el último mes de la 'kale borroka' en Euskadi, que paulatinamente se había reducido casi a la nada desde el comunicado en el que ETA anunció hace dos años el abandono definitivo del terrorismo y a la apuesta pública de la izquierda abertzale por las vías exclusivamente políticas.
El atentado contra la sede del PNV es, de hecho, el quinto acto de 'kale borroka' que sufren este otoño las instalaciones de partidos políticos en el País Vasco. Los otros cuatro ataques tuvieron como objetivo las sedes locales del Partido Popular en las poblaciones vizcaínas de Getxo y Barakaldo, en la alavesa de Amurrio y en la capital donostiarra.
El más preocupante de todos ellos fue el ocurrido el 29 de noviembre en el inmueble de Barakaldo que, a diferencia de los previos, no se contentó con pintar, dañar o empapelar las sedes populares sino que los radicales lanzaron dos cócteles molotov contra la fachada. El atentado, realizado de madrugada, no provocó heridos, pero sí que ahumó la acera, la entrada y la persiana. Estos actos coincidieron con otros episodios de violencia callejera ya casi olvidados, como la quema de diversos contenedores en distintas horas del día en Bilbao. El rebrote, además de con el aniversario de la Carta Magna, coincidió con una huelga de hambre de los reclusos etarras en una prisión de Sevilla.
Todas las acciones fueron condenadas con contundencia por PNV, PSE, UPyD y PP. La izquierda abertzale ha pasado de desvincular a su movimiento con los actos a apuntar a policías o «infiltrados».