Un joven golpea un tambor en una manifestación en Lviv. :: Y. D. / AFP
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Yanukóvich calibra con Putin posibles salidas a la crisis en Ucrania

La oposición rechaza el ultimátum y llama a sus partidarios a participar mañana en otra gran protesta que espera congregar a un millón

KIEV. Actualizado: Guardar
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El presidente ucraniano, Víctor Yanukóvich, hizo ayer una escala en Sochi (Rusia), al regresar a su país tras visitar China, con el objetivo de entrevistarse con su homólogo ruso, Vladímir Putin. Según fuentes de la delegación ucraniana, ambos mandatarios acordaron preparar un «acuerdo de asociación estratégico» en los terrenos económico y comercial. El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, fue mucho más parco al señalar simplemente que «abordaron asuntos de actualidad de las relaciones bilaterales».

Tras dar la espalda a la UE, al priorizar las relaciones con Moscú en detrimento del fallido Acuerdo de Asociación con Bruselas, y con las calles en Kiev y otras ciudades del país incendiadas por las manifestaciones, Yanukóvich necesita otros apoyos exteriores, no sólo para enderezar la situación económica de Ucrania, sino también para no quedarse aislado, en caso de que decida emplear la fuerza para disolver las protestas.

Los opositores no han cesado sus movilizaciones en la capital ucraniana, pese a que la nieve cayó ayer con intensidad y las temperaturas siguen bajando. La página web de Batkívshina, el partido que encabeza la ex primera ministra, Julia Timoshenko, ha convocado a sus partidarios a acudir mañana a la Plaza de la Independencia para unirse a los acampados.

«Tenemos que reunir a más gente que hace una semana», se enfatiza en el llamamiento. El domingo pasado, tuvo lugar en Kiev la concentración más numerosa (por encima de las 200.000 personas) desde la Revolución Naranja de 2004. El mensaje ha sido ampliamente difundido a través de las redes sociales y se espera que acuda cerca de un millón.

Catorce desaparecidos

El portavoz parlamentario de Batkívshina, Arseni Yatseniuk, y el líder de la formación UDAR, el boxeador Vitali Klichkó, han rechazado el ultimátum del nuevo jefe de Policía de Kiev, Valeri Mazán, para levantar el campamento, desalojar los edificios oficiales ocupados y cesar la protesta antes de cinco días o, de lo contrario, serán disueltos por la fuerza.

Mientras, Evguenia, la hija de Timoshenko, anunció que su madre «cesa la huelga de hambre a petición de los reunidos en el Maidán» (la Plaza de la Independencia). Klichkó, por su parte, denunció que hay 14 manifestantes desaparecidos tras los choques con la Policía el 30 de noviembre.