El deporte, un especial mensajero para el discurso del líder africano
Los partidos de la Premier inglesa comenzarán con un minuto de aplausos para «celebrar la vida de Mandela»
Actualizado: GuardarEl mundo del deporte también rindió su particular homenaje a Nelson Mandela. Los presidentes de Brasil, Dilma Rousseff, y de la FIFA, Joseph Blatter, guardaron un minuto de silencio antes de dar inicio al sorteo de grupos del Mundial-2014. Brasil recogerá el próximo verano el testigo como sede mundialista de Sudáfrica, protagonista de la primera copa del mundo celebrada en un país africano y detrás de cuya candidatura estuvo el propio Mandela. La muerte de una de sus bisnietas le impidió acudir a la ceremonia de apertura, pero en la clausura del 11 de julio de 2010 sí estuvo presente, aunque de una forma muy breve. Este primer gesto de los responsables del Mundial será seguido en ligas como la Premier en la que todos los partidos del fin de semana serán precedidos por un minuto de aplausos para «celebrar la vida y los logros de Nelson Mandela».
Boxeador durante su juventud y confeso seguidor de Mohamed Alí durante sus años de cautiverio, el legendario púgil estadounidense confesó nada más conocer la noticia del fallecimiento que «lo que más recordaré del señor Mandela es que fue un hombre cuyo corazón, alma y espíritu no podían contenerse ni restringirse a través de injusticias económicas y raciales, barras de metal o la carga del odio y la venganza. Nos enseñó lo que es el perdón a gran escala».
Además del boxeo y el fútbol, el mundo del rugby también marcó la vida del ex presidente sudafricano y Premio Nobel de la paz que vio en este deporte, practicado hasta los noventa casi exclusivamente por blancos en su país, un medio de avanzar en la construcción nacional y llevar adelante su lucha social. Este vínculo con el rugby lo recogió el escritor británico John Carlin en su libro 'El factor humano', que Clint Eastwood llevó a la gran pantalla bajo el título 'Invictus', en 2009. Morgan Freeman hizo el papel de Mandela y Matt Damon el de Francois Pienaar, capitán de una selección nacional (conocida como 'Springbok') que ganó la final de la Copa del Mundo de 1995 disputada en su país justo un año después de la llegada a la presidencia de Madiba.
El rugby era un deporte de blancos y en el equipo solo se sentía representada la Sudáfrica blanca, pero justo antes del pitido inicial de la final contra Nueva Zelanda, Mandela apareció vestido con la camiseta 'Springbok' y saludó uno a uno a todos los jugadores delante de los 62.000 espectadores presentes en el estadio. Un gesto histórico que empezó a gestarse tiempo atrás, cuando Madiba no dudó en acercarse al capitán Pienaar para trasladarle su idea de usar el deporte para tender puentes entre las dos comunidades. «Si no fuera por Mandela nunca habríamos llegado a este punto», reflexionaba en Johanesburgo el ex capitán nacional en octubre en el transcurso de una conferencia sobre alguien que durante su niñez le presentaron como «un hombre malo» y un «terrorista». Se vieron por última vez hace cuatro años y entonces Pienaar decidió despedirse de «una persona muy sabia».