El expresidente balear Jaume Matas, acompañado de su abogado, instantes antes de escuchar el veredicto de culpabilidad. :: ISAAC BUJ / EFE
ESPAÑA

El jurado declara culpable a Matas de usar a su mujer para encubrir un soborno

El exdirigente popular obligó a un hostelero a simular un sueldo a su cónyuge para ocultar pagos de 42.000 euros

MADRID. Actualizado: Guardar
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Segunda condena por corrupción a Jaume Matas. El jurado popular le declaró ayer, por unanimidad, culpable de un delito de cohecho por haber enmascarado, a través de la contratación de su mujer, los pagos que recibía mensualmente de un conocido hostelero balear a modo de sobornos. Según los nueve miembros del tribunal popular, durante el juicio que se celebró esta semana en Palma, quedó probado que el sueldo de la esposa de Matas, Maite Areal, no era más que «una prebenda o donación» que el empresario Miquel Ramis hacía al expresidente a través de su mujer.

El jurado avala así la tesis que mantenía la Fiscalía Anticorrupción de que jamás existió una verdadera relación laboral entre Areal y el hotel en el que trabajaba, el Valparaíso, a pesar de lo cual la esposa recibió un sueldo de unos 3.000 euros mensuales, más dos pagas extraordinarias. En total, a través de esta argucia, Jaume Matas camufló la recepción de un total de 42.111 euros a lo largo de 2007.

El tribunal popular igualmente considera probado que fue Matas el que, valiéndose de su «ascendencia y capacidad de influencia» como presidente balear, forzó entre noviembre o diciembre de 2006 a Ramis a contratar de forma «fingida» a su esposa, quien jamás llegó a realizar tarea laboral alguna.

Los miembros del tribunal creen, por tanto, culpable a Matas por haber aceptado esta dádiva, cuya traducción jurídica sería la de una suerte de cohecho impropio. Este delito, del que fue acusado y absuelto en su día Francisco Camps en el 'caso de los trajes', consiste en aceptar regalos en condición de un cargo sin que conste como probado que el receptor hiciera gestiones concretas para devolver el favor al 'donante'. Para el jurado la declaración en la vista oral de Ramis fue «contradictoria», ya que durante el juicio solo admitió haberse sentido «comprometido» por la petición del expresidente para que contratara a su mujer, mientras que en el interrogatorio al que fue sometido durante la fase de instrucción afirmó haberse sentido «comprometido y presionado» por la reclamación de Matas.

Sin pena de prisión

La pena a la que se enfrentará el exjefe del Ejecutivo balear por este nuevo caso todavía es una incógnita, pero en ningún caso comportará su ingreso en prisión. En los próximos días será el juez Juan Jiménez el que redacte la sentencia e imponga la condena, siempre basándose en las consideraciones del jurado. Pedro Horrach, el fiscal anticorrupción, insiste en reclamar para Matas una multa de 9.000 euros (100 euros diarios durante tres meses) y la entrega de los 42.111 euros percibidos por el falso sueldo de su esposa. La defensa, por su parte, pidió que se le imponga la mitad inferior de la condena por este tipo de ilícito.

Sea como fuere, el jurado hizo hincapié en su oposición a que Matas se beneficie de una suspensión de la condena y a que le sea concedido el indulto por parte del Gobierno en el caso de que lo solicitara. Esta sentencia, en primera instancia, es recurrible ante la Sala de lo Penal del Tribunal de Justicia de Baleares. Y así anunció que lo hará la defensa del condenado.

El expresidente balear, al margen de esta causa, está pendiente de conocer si la Audiencia Provincial del Palma decreta su ingreso en prisión por el primer caso al que fue condenado: la contratación fraudulenta del periodista Antonio Alemany para que le hiciera los discursos y glosara sus bondades en la prensa local. El pasado marzo fue condenado a seis años de cárcel, que luego el Tribunal Supremo, redujo a nueve meses de cárcel. La defensa de Matas recurrió el auto de la audiencia provincial decretando su ingreso en prisión. Además, Matas está pendiente de sentarse en el banquillo en buena parte de las 27 piezas en la que se dividió el 'caso Palma Arena'.