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El Gobierno rechaza de plano la nueva oferta de Rubalcaba para reformar la Constitución
Rajoy reconoce que los jóvenes españoles no pudieron votarla, pero recalca que sí disfrutan de todo lo bueno que deparó la Carta Magna
MADRID. Actualizado: GuardarLa Constitución celebra hoy sus 35 años de vigencia entre las voces de los partidos de la oposición que reclaman su reforma y la contundente negativa del Gobierno a modificar su articulado. El Ejecutivo volvió a hacer una vez más oídos sordos a la propuesta del líder del principal partido de la oposición, Alfredo Pérez Rubalcaba, de remozar la Carta Magna con postulados federalistas para frenar tanto a los «separadores y separatistas», como a los «que añoran la España centralista».
Soraya Sáenz de Santamaría, durante la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros que se adelantó a ayer ante la festividad del Día de la Constitución, reclamó al secretario general del PSOE mayor concreción y, sobre todo, detalles de su propuesta federalista. La vicepresidenta del Gobierno insistió en la tesis que enarboló Mariano Rajoy en el último Debate del estado de la Nación: falta un núcleo de consenso político que permita iniciar un proceso con garantías de que vaya a llegar a buen término. La número dos del Ejecutivo desechó cualquier inicio de negociación porque, a su juicio, las propuestas con que los grupos de la oposición quieren rejuvenecer el articulado son «distintas, dispares e incluso contradictorias entre sí».
Moncloa mantiene firme su idea de que cualquier atisbo de una posible negociación para esta reforma supondría incendiar el debate nacionalista e, incluso, crear un lío entre partidarios y defensores de la Monarquía.
Sáenz de Santamaría incidió en que el Gobierno tiene la obligación de ser riguroso a la hora de analizar el momento político, económico y social que atraviesa el país. «La prioridad del Gobierno es sacar a España de la crisis y dedicamos todos los esfuerzos a esta tarea», acotó.
La números dos del Ejecutivo, que rehusó dar relevancia al plantón que darán los grupos nacionalistas a los actos que ha organizado el Congreso para celebrar el 35 aniversario de la Constitución, no quiso valorar la reflexión de Alfonso Guerra, que fue vicepresidente del Gobierno con Felipe González, en relación a que si Cataluña celebra un referéndum ilegal habría que aplicar el artículo 155 de la Constitución y suspender las competencias de la comunidad autónoma.
Corsé
Lo que sí hizo fue abundar en que si se plantea una consulta ilegal el Gobierno recurrirá de inmediato al Tribunal Constitucional para que impida su celebración. Mariano Rajoy, mediante un vídeo que difundido a través de la página web de Moncloa, aseveró que «la Constitución no es un corsé que nos impida movernos».
El jefe del Ejecutivo sí reconoció uno de los argumentos de los defensores de la reforma constitucional: que los menores de 55 años no la votaron. «Es cierto que los españoles más jóvenes no pudieron participar de aquella ilusión colectiva, pero sí pueden conocer y están disfrutando todo lo que nos ha traído de bueno esta constitución», apostilló Rajoy. Entre esos logros citó la consolidación de la democracia en España, la descentralización política, el ingreso en la Unión Europea y unos servicios sociales «que jamás habían existido en la historia de España y que en otros países son sencillamente inimaginables».