La crisis de la Agencia Tributaria se cobra la dimisión del jefe de los inspectores
La institución reconoce que la renuncia de Luis Jones se ha producido por discrepancias con el director respecto de algunos nombramientos
MADRID. Actualizado: GuardarLa crisis que sacude a la Agencia Tributaria se agudiza. Ayer se cobró una nueva víctima: el director de la Inspección Financiera y Tributaria, Luis Jones, presentó su dimisión y alegó «notables diferencias» de criterio con el máximo responsable de este organismo, Santiago Menéndez. Unas diferencias cuyo origen es antiguo pero que se habrían agudizado en los últimos días. La gota que colmó el vaso, según sugiere el propio Jones en una carta de despedida, sería la falta de acuerdo para reemplazar al jefe de la Dependencia de Control Tributario y Aduanero, Ignacio Ucelay, que también dimitió el 11 de noviembre a raíz del escándalo en torno al expediente de la multinacional Cemex.
En su misiva, remitida por correo electrónico, Jones informa a los 17 jefes regionales de Inspección de que ha comunicado al director general de la Agencia Tributaria su decisión de dejar el cargo. «Las notables diferencias que han surgido con el titular de dicha dirección general (Santiago Menéndez) en los últimos meses en relación con diversos asuntos que, en mi opinión, constituyen ámbitos esenciales de decisión del Departamento de Inspección, y que se han resuelto en contra de nuestro criterio, son la causa de esta decisión», explica.
Jones, uno de los tres jefes de equipo nombrados por la anterior directora de la Agencia Tributaria Beatriz Viana que aún no había cesado, detalla luego que esas diferencias de criterio «no han hecho sino agudizarse recientemente». Y señala como «el último episodio» la «imposibilidad de resolver, teniendo en cuenta el criterio del departamento, la sustitución, tras su renuncia el pasado 11 de noviembre, del jefe de la Dependencia de Control Tributario y Aduanero de la Delegación Central de Grandes Contribuyentes en un plazo razonable de tiempo».
Ucelay dimitió tras el cese fulminante por Menénez de la inspectora que firmó la no admisión de un recurso de la cementera Cemex contra una sanción de 450 millones. Según fuentes conocedoras del caso, la multinacional se habría anotado de forma improcedente unos 3.000 millones de euros como bases imponibles negativas, al objeto de deducirse el 15%. Una infracción que la instructora del expediente consideró «grave» tras consensuar su criterio con Ucelay.
Sin «injerencias»
Precisamente es la sustitución de Ucelay -para la que Menéndez habría desoído las propuestas de Jones- lo que habría desatado esta nueva dimisión. En su despedida, Jones asegura que «en estas circunstancias, mi continuidad al frente del Departamento carece de sentido».
La Agencia Tributaria reconoció que la dimisión del director de la inspección «se debe a diferencias con la dirección general en asuntos relacionados con el personal de inspección, específicamente en relación con nombramientos concretos y criterios para la reasignación de funcionarios. En ningún caso se puede atribuir a materias de fondo ni a expedientes concretos», aseguró un portavoz de la institución. Luis Jones aclaró, en un comunicado, que su marcha está motivada por discrepancias con su superior tanto con «el fondo como con la forma» en que se han resuelto varios nombramientos y ceses. Y dejó claro que «no tiene relación» con la actuación del servicio de inspección «en ningún expediente o caso concreto, ni con ningún intento de injerencia ni de carácter político ni de ningún otro tipo».
El PSOE exigió a Mariano Rajoy el cese del ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, por «los escándalos que se suceden en la Agencia Tributaria». El colectivo de técnicos de Hacienda (Gestha) pidió dilucidar «si un despacho de asesores ha intentado infuir sobre alguna autoridad de la Agencia Tributaria para cambiar de criterio en diversos asuntos esenciales, lo que está provocando estos ceses y dimisiones».