Siria y España, donde más se nota el auge de la corrupción
Casos como el del duque de Palma, Bárcenas o los ERE falsos provocan una caída de diez puestos en el índice anual de Transparencia Internacional
MADRID. Actualizado: GuardarSolo Siria, sumida en una sangrienta guerra civil desde hace casi tres años, supera a España en el incremento a lo largo de 2013 de la percepción que tienen sus ciudadanos sobre el grado de corrupción que impera en el país. Según el índice elaborado por la ONG Transparencia Internacional, España retrocede hasta diez puestos con respecto a 2012, cuando ocupaba el lugar 30 entre los países menos corruptos. Ahora está en el 40 sobre un total de 177 estados. Más allá de situarse a la cola de la Unión Europea, con semejante caída se coloca a la altura de la que experimentan otros países como Gambia, Guinea o Malí. Por contra, en el otro lado de la balanza destacan como las naciones más 'limpias' Dinamarca y Nueva Zelanda. Otras como Estados Unidos ocupan el puesto 19.
La explicación del por qué de este descenso de España está clara, según las palabras de la directora para Europa y Asia Central de Transparencia Internacional, Anne Koch. «En España, todos los sectores, incluyendo los partidos políticos, la Familia Real y las empresas, están implicados en casos de corrupción en un momento en el que el país está sufriendo», aseguró ayer durante la presentación del informe. Sin nombrarlos, Koch se refirió a casos como los proceso contra Iñaki Urdangarin, 'Gürtel', Luis Bárcenas o los ERE falsos de Andalucía. Según los autores del estudio, otros dos factores contrapuestos parecen haber influido en los malos resultados registrados por España. Por un lado, pueden achacarse en una mejora durante los últimos años en los sistemas de control, lo que habría provocado que afloraran un mayor número de casos de corrupción.
Por el otro, valoran que también puede influir la tardanza en juzgar este tipo de casos y que en ocasiones se salden judicialmente con penas menores. Los expertos de Transparencia Internacional, en cualquier caso, creen que «en España aún queda mucho por hacer en la materia».