Miguel Ricart, el viernes pasado, cuando salió de prisión. :: JESÚS SIGNES
ESPAÑA

El Gobierno mantiene que hubo «dejación» de la Ertzaintza en los recibimientos de etarras

La Fiscalía pide nuevos informes al delegado en el País Vasco para saber si existió enaltecimiento a ETA y este se revuelve con duras críticas

MADRID. Actualizado: Guardar
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Los recibimientos públicos de los etarras excarcelados por la anulación de la doctrina Parot ha provocado una marejada política y judicial que, lejos de zanjarse, sigue subiendo de temperatura con el paso de los días.

Pese a que el pasado sábado el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, pidió disculpas a la Ertzaintza después de recriminarle 24 horas antes su pasividad en la vigilancia de estos actos, ayer el delegado del Gobierno en el País Vasco, Carlos Urquijo, avivó el fuego con nuevas acusaciones al cuerpo policial autonómico y a la Fiscalía de la Audiencia Nacional.

Urquijo, exdiputado autonómico del PP y hombre cercano a Mayor Oreja, mostró su malestar por la doble pulla que ha recibido del fiscal jefe de la Audiencia Javier Zaragoza. Primero por la «sorpresa» que provocó en el Ministerio Público los escuetos informes de su departamento sobre los recibimientos de cuatro etarras liberados la pasada semana -cuatro informes de apenas tres líneas- y segundo por el escrito que recibió ayer del propio Zaragoza en el que le reclamó más información sobre estos actos antes de investigar si hubo enaltecimiento del terrorismo.

En concreto, pidió a la Delegación y al director de la Ertzaintza, Gervasio Gabirondo, que les diga los participantes, organizadores y la identificación de los mismos, si se profirieron gritos, se corearon consignas, se mostraron pancartas y se exhibieron fotografías de miembros de ETA, si existe alguna grabación o si se adoptaron medidas de vigilancia durante su celebración.

Urquijo se tomó esa reacción del fiscal jefe como un feo y explicó que si los primeros informes son un «breve relato de los hechos», basado en personas que estaban allí «destacadas» y que arrojan la «sensación» de que se ha producido un delito, «es por la dejación e inacción del Departamento de Seguridad» vasco, denunció en una entrevista a la Cope.

«No estoy dispuesto a que se cuestione la profesionalidad de los funcionarios del Cuerpo Nacional de Policía ni de la Guardia Civil, ni tampoco la diligencia del delegado del Gobierno», estalló Urquijo en otro momento de la entrevista en clara alusión a la «sorpresa» del fiscal jefe Zaragoza por los escuetos informes enviados por su departamento.

Cuerpo a cuerpo

Pero el controvertido hombre del Gobierno en el País Vasco no acabó ahí sus críticas y acusó directamente a la consejera vasca de Seguridad, Estefanía Beltrán de Heredia, de ser la responsable por no enviar a la Ertzaintza a los recibimientos basándose en su opinión «absolutamente personal» de que no hay delito, «cuando lo que debería hacer es dejar que la Delegación haga su trabajo», remachó.

Por su parte, la consejera vasca reiteró ayer «que no es lo mismo un recibimiento a presos de ETA que un homenaje o un acto de exaltación del terrorismo», y por tanto, dijo en Radio Euskadi, quienes han asimilado «los tres conceptos pretenden confundir».

Beltrán de Heredia aseguró que cuando «ha habido algo ilícito» en los actos desarrollados tras la puesta en libertad de etarras, «la Ertzaintza ha actuado, a pesar de que algunos», con sus declaraciones, «siguen insistiendo en lo contrario».

El ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, también se sumó al debate aunque en un tono más pausado. Dijo este que estos actos «son susceptibles de ser considerados como enaltecimiento del terrorismo» por tratarse «de un homenaje público y de humillación a las víctimas», aunque dejó claro que será la Justicia «la que tenga la última palabra». Una reflexión muy alejada de sus críticas del pasado viernes.