Sociedad

«Es un halago que crean que soy gaditana»

La artista albaceteña, Fernando Lobo y Bienvenido actúan este jueves en el Principal en un concierto ofrecido también en lengua de signos

CÁDIZ. Actualizado: Guardar
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Rozalén es un fenómeno. Primero en la Red, donde su su single '80 veces' arrasó, entre otras razones, porque la artista se hace acompañar de Beatriz Romero, intérprete en lengua de signos. Su primer trabajo publicado 'Con derecho a...' (Sony Music) se ha ganado un hueco en las radios después y le ha abierto las puertas de las grandes ciudades españolas. Incluso se prepara su salto al continente hermano. La cantautora, junto a Romero, presenta el disco este jueves en el Principal de Puerto Real. Encabeza un cartel que completan los gaditanos Fernando Lobo y Jesús Bienvenido. Ellos, como la chica del '80 veces' y 'Comiéndote a besos' también llevarán un intérprete para demostrar que la música es un idioma universal.

-¿Cómo surgió la idea de acompañarse de una experta en lengua de signos en sus conciertos?

-Fue algo que salió de manera natural porque nos conocíamos, éramos muy amigas, nos admirábamos el trabajo mutuamente y en algún concierto la sacaba a hacer alguna canción. Después, en Albacete, de donde yo soy y ella trabaja, nos ofrecieron hacer un concierto para discapacitados, de ahí salió la idea del videoclip y luego hicimos un concierto entero... Hasta ahora, que la tenemos como un servicio que la gente demanda cada vez más.

-¿Qué aporta este servicio para quien sí es oyente?

-Es algo súper bello, es belleza para los ojos. La gente oyente que la ve dice que entiende mejor las canciones porque hay cosas en el lenguaje de los signos muy universales.

-¿Cree que es más complicado llegar al gran público con el tipo de música que defiende?

-Si nos está yendo bien es según dicen porque estamos aportando frescura, aportando algo diferente. Aunque hay gente que hace cosas muy buenas. Yo creo que lo que caracteriza mis canciones es el optimismo dentro de la canción de autor, la teatralidad o la interpretación, pero hay mucha gente así, como los AntíLopez o El Kanka o los cantautores gaditanos. No sé, creo que hablo de cosas que nos pasan a todos, esa sensibilidad sí puede ser más cercana a la gente.

-¿Le gusta que la definan como cantautora?

-Claro, yo soy cantautora. La gente piensa que el cantautor es otra cosa, pero hay quien hace cosas muy divertidas y que no sólo van con sus guitarras y ya está. A mí que llamen como sea, pero que me llamen.

-El mejor instrumento para la crítica es el sentido del humor, no hace falta escribir o cantar invitando al público al precipicio...

-¡Claro! La gente se piensa que soy gaditana, y para mí es un halago enorme. Los cantautores, que se supone que tenemos que decir cosas interesantes, tenemos que tener mano ahí, y más ahora tal y como están las cosas en el país, tenemos el poder de tener un micrófono para decir cosas y que se nos escuche. Y, claro, hay que criticar, y si se hace elegantemente y encima con chispa, mejor.

-Ha tenido la suerte de que se fije en usted una gran discográfica pero, ¿tenía un plan B?

-Yo es que de hecho no quería dedicarme a esto, yo siempre he hecho conciertos y la música ha estado ahí muy presente, pero yo soy psicóloga y estudié musicoterapia porque era a lo que me quería dedicar. Ahora estoy adaptándome, descolocada, y recibiendo las cosas con calma y con alegría. El miedo que tengo es que me toca lo más difícil que es mantenerte, lo que más preocupa es acercar mejor las canciones.

-¿Se sorprendió o sintió miedo cuando leyó por primera vez «atención a Rozalén»?

-Ya empiezo a ser consciente de que me he metido en una jungla, de que hay cosas que no me gustan y me dan miedo, pero también soy consciente de que esto sea una moda pasajera. Por lo que tengo que hacer las cosas para disfrutarlas y si pasa esta moda, pues volveré a mi otro trabajo.

-¿Ha hablado del compromiso en las letras pero, de dónde extrae sus historias?

-Pues las saco de lo más inspirador de todo, de la propia vida, del día a día. A partir de ahí ya se puede meter la pequeña crítica o la manera de emocionar. Hablo de cosas que me han pasado o de la gente que está cerca de mí. Eso no se ha agota, me basta con vivir.

-Ha tenido la oportunidad de compartir escenario con algunos de los más grandes de este país. Confiese, ¿favoritos?

-Uf. Dos de las mujeres a las que más admiro son Carmen París y Luz Casal. Con Carmen ya he podido cantar, y además tengo la suerte de que me cuida mucho. Con Luz Casal también he compartido escenario y entrevista, entonces, poco más le puedo pedir a la vida. He tenido la suerte de conocer a Joaquín Sabina, en Rota, si algún día tengo la oportunidad de cantar con él me va a dar un infarto al corazón. He cantado con Martínez Ares, que me parece uno de los compositores y artistas más completo de nuestro país.

-Cómo dicen algunos expertos en economía, ¿en cultura supone la crisis también una oportunidad?

-La crisis, efectivamente, provoca que la gente haga unas creaciones brutales, pero no son en las que se fijan las grandes discográficas. Quiero pensar que yo soy una excepción, pero a mí las cosas que normalmente suenan en la radio no me convencen, pero es lo que a la gente le gusta, cosa que no entiendo. Dedicarse en este país a cualquier cosa relacionada con la cultura es súper masoquista. Ni las instituciones, ni el IVA, ni las salas hacen por cuidar a los músicos. El público tiene parte de culpa porque se echa las manos a la cabeza cuando le pides una entrada que cuesta lo mismo que un cubata. Yo me siento muy afortunada porque la gente está viniendo a los conciertos, está haciendo un esfuerzo por verme. Pero, en general, esto no tiene por dónde cogerlo. Dan ganas de salir pitando.

-¿Se ha sentido tentada alguna vez de participar en un talent show?

-Yo a los concursos que me he presentado han sido de canción de autor, organizan ayuntamientos o otras instituciones y no tienen nada que ver con la radio ni con el espectáculo que pueda dar cómo somos personalmente o me pongan a pelear en un ring cantando.

-¿Cree que ese es el camino corto o fácil?

-No me parece fácil. Hay gente que vale mucho que se presenta a esos concursos, pero que no les beneficia. Se les impone una ilusión que no es real. Con estos concursos se pierde lo más importante, que es ir creciendo poco a poquito. No creo que sea una vía estupenda, ni creo que lo que se ofrezca en esos shows tengan que ver mucho con la calidad de la música.