Sociedad

Acusan al párroco de Borja de un delito de blanqueo de capitales y abusos sexuales

La Guardia Civil desvincula la operación del eccehomo y atribuye al cura la apropiación de 210.000 euros de los fondos de una parroquia

ZARAGOZA. Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Cuantos más detalles trascienden de la investigación de la Guardia Civil que llevó a la detención el viernes de Florencio Garcés, párroco de Borja (Zaragoza), más turbio se vuelve el asunto. El sacerdote, de 70 años, está acusado de haberse apropiado supuestamente de fondos de una parroquia por una cuantía aproximada de 210.000 euros, además de por un presunto delito continuado de abusos sexuales, otro de blanqueo de capitales, otro de coacciones y dos de denuncia falsa. En un primer momento se había especulado con la posibilidad de que la detención estuviera relacionada con la recaudación por las visitas al eccehomo, algo desmentido desde el primer momento por el ayuntamiento de la localidad zaragozana.

El Ministerio del Interior informó de que la operación, llamada 'Espino', se inició el pasado mes de mayo a raíz de dos denuncias de índole patrimonial presentadas por el propio sacerdote. En cualquier caso, la Guardia Civil mantiene abierta la investigación. Durante el registro del domicilio del párroco la noche del viernes fue intervenido material informático, documentación, 3.200 euros en metálico y un teléfono móvil. El cura, que fue puesto en libertad en la madrugada del viernes, se encuentra a la espera de prestar declaración ante la titular del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción de Tarazona (Zaragoza), Nieves Pérez Martín.

El sacerdote había presentado dos denuncias de índole patrimonial a raíz de las cuales los investigadores averiguaron que Garcés podría haberse apropiado de los fondos de una parroquia, por una cuantía de 210.000 euros, de los cuales 146.000 fueron detraídos entre los meses de abril y noviembre.

La detención del cura tiene revolucionados a los vecinos de Borja. «Los ciudadanos están sorprendidos e indignados. Hay cosas que ves venir, pero esto ha caído como un jarro de agua fría, una sorpresa que nadie esperaba», aseguró el alcalde del municipio, Francisco Miguel Arilla. De hecho, los vecinos salieron a la calle la noche del viernes para mostrar su respaldo al párroco. Una concentración que se repitió ayer y que transcurrió con absoluta tranquilidad. Los borjanos también criticaron el «amplio» dispositivo que consideran desplegó la Benemérita para detener al párroco, «aunque entiendo que esto corresponde al protocolo que tiene la Guardia Civil», afirma el alcalde.

Arilla, quien también estuvo presente en la protesta, explicó que los vecinos no se esperaban «para nada» la detención del párroco y resaltó que han transmitido al consistorio su sorpresa. El primer edil es de la misma opinión que sus vecinos y piensa que el párroco «no ha cometido ningún delito» y que «le han podido engañar».

Una obra mediática

En cualquier caso el alcalde quiso dejar claro que los cargos que se le imputan al párroco no tienen nada que ver con el eccehomo, dado que el Santuario Nuestra Señora de la Misericordia, en el que se encuentra la mediática obra, está gestionado por la Fundación Sancti Spiritus, de la que Arilla es presidente.

De hecho, el alcalde aseguró que por las visitas al eccehomo se han recaudado unos 50.000 euros que se han destinado íntegramente a una residencia de ancianos. Es decir, se trataría de una cantidad muy inferior por la que se acusa al sacerdote.

También salió en defensa del sacerdote Cecilia Giménez, la autora de la polémica restauración del eccehomo, quien insistió en que la detención del párroco causó «estupor y disgusto» y aseguró que si hay que apoyarlo, «aquí está Borja» porque es una «buenísima persona».