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Todos se llevan algo, menos la Unión Europea

BERLÍN. Actualizado: Guardar
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'Diseñar el futuro de Alemania' se titula el acuerdo de coalición, un documento con pocos acuerdos claros y formulaciones vagas, asuntos pendientes de verificación y otros de confirmación. La introducción del salario mínimo, el peaje para vehículos extranjeros, la nueva pensión por maternidad o la doble ciudadanía son algunos puntos destacables, pero cuando se entra en la lectura detallada se descubre que mas de uno está aguado o es una mera promesa de complicado cumplimiento.

La introducción del salario mínimo interprofesional para todo el territorio nacional de 8,50 euros, por ejemplo, no será inmediata. Se aplicará en dos fases, la primera en 2015 y la segunda en 2017. La exigencia irrenunciable del SPD contempla excepciones como los convenios vigentes, válidos hasta finales de 2016. Y además, dentro de cuatro años será una comisión de patronal y sindicatos la que fijará la cuantía.

En las pensiones hay para todos. Los conservadores imponen su percepción para madres o padres cuyos hijos nacieron antes de 1992 y el SPD, su jubilación adelantada a los 63 años para trabajadores que hayan cotizado al menos 45 años. Unos y otros acordaron crear la llamada pensión solidaria para compensar a los que trabajaron 40 años pero les queda una jubilación tan baja que no pueden subsistir.

Los socialdemócratas cuelan también la doble nacionalidad, aunque limitada. Hasta ahora los nacidos en Alemania de padres extranjeros debían decidir como tarde a los 23 años si deseaban tener la nacionalidad alemana a cambio de renunciar a la de su sangre. Ahora los nacidos después de 1990 podrán tener ambas.

Continuidad hacia afuera

Los socialcristianos bávaros consiguen un peaje para los vehículos extranjeros, en forma de pegatina como en Suiza o Austria. Pero implantarlo equivale a la cuadratura del círculo, porque no debe encarecer las tasas que los alemanes ya pagan, tiene que ser rentable y armonizar con la legislación europea.

En política exterior se alcanzó el consenso ya al principio de las negociaciones, lo que denota que poco va a cambiar. El acuerdo subraya la sociedad de Alemania con sus vecinos de Francia y Polonia y destaca la sociedad transatlántica con EE UU. Pese a que las relaciones se han visto empañadas por el escándalo de espionaje de la NSA, se cree crucial la rúbrica de un tratado de libre comercio.

La política hacia la UE seguirá como hasta ahora. Aquí se impone Merkel. Los países en crisis deben seguir ahorrando, sólo habrá ayudas a crédito y cada Estado deberá resolver el problema de sus bancos. Fracasan el SPD con los eurobonoa. Tampoco cambian los planteamientos para la unión bancaria europea. A lo sumo, medidas para fomentar el empleo juvenil en los países en crisis.