«No tengo miedo de ir a la cárcel, pero espero no ir»
Carlos Fabra es optimista con el recurso contra sus cuatro años de cárcel porque el Constitucional acepta la prescripción del delito fiscal
MADRID. Actualizado: GuardarEl exlíder provincial del PP y expresidente de la Diputación de Castellón se mostró exultante 24 horas después de haber sido condenado a cuatro años de cárcel por cuatro delitos fiscales porque está persuadido de que no conocerá la celda: «No tengo miedo de ir a la cárcel, hace muchos años que me afeito, pero espero no ir». Un optimismo fundamentado en la creencia de que el Tribunal Constitucional, instancia a la que está dispuesto a llegar con sus recursos, es «proclive al reconocimiento de la prescripción» de esos delitos.
Mientras Fabra hacía gala de optimismo, las aguas bajaban revueltas en el PP. El vicesecretario de Organización, Carlos Floriano, puso énfasis que el exlíder de los populares en Castellón ha sido condenado solo por delito fiscal al defraudar casi 700.000 euros a Hacienda, pero no por tráfico de influencias y cohecho, los delitos paradigma de la corrupción. «Se le acusaba de prevaricación (sic) y cohecho, y al final ha sido un asunto de carácter fiscal», subrayó el número tres de los populares. No opinaba así el presidente de la Generalitat valenciana, quien reclamó «tolerancia cero» hacia los corruptos que han puesto «en entredicho el buen nombre de instituciones y partidos».
El expresidente de la Diputación convocó ayer una conferencia de prensa para presentarse como víctima de un calvario de diez años de investigación del llamado 'caso Naranjax'. «No sé dónde está el infierno, y espero no saberlo nunca, pero sé cuánto dura, como poco diez años», comentó el expresidente del PP en la provincia, que el lunes pidió la baja en el PP. La Fiscalía pedía 13 años de prisión por los delitos fiscales, cohecho y tráfico de influencias, pero el juez solo consideró el primer ilícito aunque reconoció en su fallo que Fabra entre 1999 y 2003 ingresó en sus cuentas 3,3 millones de euros de origen desconocido.
El exlíder de los populares en Castellón, al igual que la dirección del PP, puso el acento en que su actuación política fue «correcta» porque la sentencia demuestra que «no hubo corrupción ni cohecho ni tráfico de influencias». «Nada enturbia, por tanto, mi vida política», proclamó ufano. Su satisfacción de ve además acrecentada con su confianza en el Constitucional, hasta donde piensa llegar con recursos ya que no piensa pedir el indulto, porque es un tribunal favorable a la prescripción de los delitos contra Hacienda.
Cien inspecciones
Sobre todo, prosiguió, porque se considera víctima de una campaña de la Agencia Tributaria, que le sometió a «más de cien inspecciones en un año». Si ese mismo rasero de vigilancia se aplicase a otras personas, afirmó, «seguro» de que a todo el mundo «le encontrarían algo».
La condena a Fabra, al que Rajoy en plena investigación definió como «un hombre y un político ejemplar», es un asunto que incómodo para el Gobierno, y el ministro de Justicia, Alberto Ruiz Gallardón, despachó el tema con una frase, «las sentencias hay que acatarlas».
El presidente de la Generalitatat se explayó más y consideró que casos como este deben «hacer reflexionar» a los políticos. Alberto Fabra, que tiene nueve diputados autonómicos del PP imputados en casos de corrupción, lamentó en una conferencia en Madrid que la conducta de «algunas personas» de la administración ha provocado «un deterioro de la confianza» de la sociedad en los políticos, ante lo que solo cabe «tolerancia cero» y un «gran pacto» de Estado anticorrupción. «Reconocemos -dijo- que hay cosas que hemos podido hacer mal».