Rajoy dice que «nadie en sus cabales» cree que autorizará la consulta de Mas
El presidente de la Generalitat advierte del riesgo de ruptura del bloque soberanista si no hay un acuerdo sobre la pregunta de la consulta
BARCELONA. Actualizado: GuardarEl presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, cortó ayer de raíz, durante su intervención ante el comité ejecutivo nacional del PP, toda la rumorología que se ha instalado en ambientes políticos y mediáticos, que afirma que está negociando con Artur Mas una consulta tolerada, siempre y cuando no sea sobre la independencia.
Los contactos -reservados y secretos- que mantienen representantes de la Moncloa y del Palau de la Generalitat, reconocidos por ambas partes pero sobre cuyo contenido ninguno informa, han generado un cierto malestar entre dirigentes del PP, como el expresidente José María Aznar o el presidente gallego Alberto Núñez Feijóo, que han expresado su inquietud ante una posible cesión por parte del jefe del Ejecutivo central en relación al referéndum catalán. Una teoría, alimentada desde foros mediáticos madrileños, que incluso sitúan a su asesor Pedro Arriola como el emisario de Rajoy en las conversaciones con los delgados de la Generalitat y que entre ambas partes podrían estar consensuando el texto de la consulta.
El jefe del Ejecutivo llegó a afirmar ante la plana mayor de su partido que «nadie en sus cabales puede pensar» que él vaya a tomar decisiones en contra de la unidad de España, según fuentes del encuentro citadas por Europa Press. Así trató de acallar cualquier insinuación sobre un cambio en su posición férrea en contra de que Cataluña pueda celebrar una votación para decidir sobre su futuro. «Rajoy ha aseverado que de ninguna manera va a poner en solfa ni en tela de juicio» los artículos 1 y 2 de la Constitución, ni permitirá una reforma de la Carta Magna que modifique estos dos puntos, aseguró también la número 2 del partido, María Dolores de Cospedal.
Contundencia, cierre de filas y llamada a la calma, a todos los que dentro de su partido temen que Mariano Rajoy pueda moverse en el diálogo iniciado con Cataluña. «El derecho a decidir sobre España corresponde a todo el pueblo español», insistió Cospedal. La secretaria general de los populares añadió que su intención es trabajar para que de ninguna manera Cataluña se separe de España, ni de Europa ni del euro.
Pregunta de consenso
En un sentido diferente, Artur Mas también se vio ayer en la obligación de dar un toque de atención a los suyos. A poco menos de un mes para que se acabe el plazo que se han dado CiU y ERC para fijar la fecha y la pregunta del referéndum, el presidente de la Generalitat lanzó una advertencia desde la India, consciente de que el proceso soberanista podría descarrilar si las formaciones que impulsan la consulta no se ponen de acuerdo en el enunciado.
«Si cada partido estira de la cuerda hacia la pregunta que idealmente le gustaría hacer, la cuerda se podría llegar a romper», afirmó desde Nueva Delhi, en la segunda jornada de su viaje al país asiático.
Mas hizo público el secreto a voces de que las posiciones están a día de hoy muy alejadas. Iniciativa per Catalunya y Unió Democrática no quieren ver la palabra independencia en la pregunta y se sienten fuertes tras el desmarque de los socialistas ya que juegan la baza de que el bloque soberanista no puede aguantar más bajas.
Esquerra Republicana y los movimientos independentistas también quieren llevarse el gato al agua, con una pregunta inequívoca, porque se consideran representantes directos del 54% de los catalanes que está a favor de la independencia. «Hay que buscar un punto de consenso», expresó Mas, que sigue sin desvelar cuál es su propuesta de pregunta, más allá de que sea «clara e inclusiva».
A su vuelta de la India, su primera tarea será tratar de que los cinco partidos (CDC, UDC, ERC, ICV y CUP) se pongan de acuerdo, si no, podría celebrar una cumbre para desencallar la negociación más complicada del primer año de legislatura. Al hacer balance de los 12 meses, Mas se mostró en cualquier caso optimista (a diferencia de Duran Lleida) con el proceso soberanista y vaticinó que acabará bien si la sociedad se mantiene firme y tiene capacidad para resistir el desgaste.
Por su parte, la presidenta del PP catalán, Alicia Sánchez Camacho, aseguró ayer que un año después de su victoria en las elecciones catalanas, Mas ha «decepcionado a todos, incluidos sus propios votantes» y le ha vuelto a avisar de que su proyecto independentista «va a fracasar».