«Vivimos una colonización gestual que viene de EE UU»
La 'Guía ilustrada de insultos' desvela la polisemia de los gestos más ofensivos, que no significan lo mismo en las diferentes culturas Teresa Baró Filóloga
MADRID. Actualizado: GuardarMostrar las suelas al sentarse en el suelo o cruzar las piernas de modo que un tobillo repose sobre la rodilla puede acarrearnos un disgusto muy serio si lo hacemos en un país árabe. ¿El motivo? Es un gesto muy ofensivo para ellos porque en la base del calzado es donde se acumula la porquería que pisamos y lo consideran impuro. Y, ¿qué sucede si queremos decir muy bien usando el pulgar hacia arriba, estilo César? Que en Cerdeña, por ejemplo, significa 'Jódete. Te lo voy a meter por el culo'. Como vemos, 'meter la pata' y que nos den una paliza por insultar a alguien sin quererlo es tan sencillo como tirar de nuestra más noble comunicación no verbal, no hablemos de la ofensiva.
Para que esto no suceda, la filóloga y experta en habilidades de comunicación personal Teresa Baró ha escrito la 'Guía ilustrada de insultos', una ayuda muy práctica para los viajeros.
-¿Cómo surgió la idea de hacer este diccionario?
-Uno de los tipos de gestos que existen son los emblemas, que son aquellos que tienen un significado muy concreto y que a veces solo se utilizan en una determinada comunidad. Dentro de este grupo están los gestos ofensivos, amenazas e insultos y me pareció que era una buena forma de tratar el lenguaje no verbal más popular y vulgar y de compararlo en distintas culturas.
-Son emblemas, pero algunos son también ilustradores.
-Exacto, porque los hay muy gráficos, pero por el hecho de repetirlos tanto se acaban convirtiendo en emblemas. Además en cada cultura pueden variar. Mientras nosotros simbolizamos que nos matamos, por ejemplo, poniendo dos dedos en la sien que simulan que disparan, en Japón lo que hacen es el gesto del harakiri.
Tacañería
-A pesar de lo que se piensa, no es un lenguaje tan universal.
-Claro, y justo eso es lo que pretende explicar el libro. Quizás los más universales son los muy gráficos, por ejemplo el de follar es tan descriptivo que es igual en todo el mundo, pero con otros no sucede lo mismo. El que simboliza la tacañería, que aquí es un puño cerrado, en Hispanoamérica lo hacen tocándose el codo.
-¿Por qué?
-Cuando ofreces, invitas o pagas tienes que extender el brazo para darle el dinero a otro, pero si eres muy tacaño mantendrás el brazo doblado, y ahí destaca el codo. De hecho la expresión 'eres muy codo' indica que eres un agarrado.
-Cuando viajamos, ¿además del idioma deberíamos tener en cuenta esa otra comunicación?
-Sí, porque es muy importante, ya que se pueden generar malentendidos al ofender sin querer a alguien. Eso pasa mucho cuando vamos a países de culturas totalmente distintas, como las orientales. Un gesto muy típico que hacemos aquí es tocarle la cabeza a un niño como muestra de cariño. Sin embargo en India y China está visto como algo desagradable. En China lo interpretan como si trataras al niño como una mascota. En India no es aceptable porque en la cabeza es donde se posa el alma y la parte más sagrada del cuerpo no se toca. Otro ejemplo. Si viajas a Grecia y quieres parar un taxi o a alguien con la mano extendida, en plan 'stop', lo pueden tomar como un insulto porque para ellos ese gesto es el 'moutza' y significa 'come mierda'.
-Señalar tampoco es de buen gusto.
-Bueno, eso ya nos lo decían nuestras madres. Pero hay que tener especial cuidado en culturas orientales donde para indicar una dirección utilizan la mano extendida con la palma hacia arriba y los dedos juntos. De todos modos, en China y Japón suele ser suficiente con la mirada y es curioso verles a veces señalando con el dedo corazón. Mientras, en Filipinas y Panamá lo indican con un movimiento de labios que salen prominentes en dirección al objeto o la persona.
-Imagino que los campos de fútbol propician un buen caldo de cultivo para estos insultos
-Así es. En estas situaciones la gente libera toda una energía negativa que seguramente lleva reprimida toda la semana. Además, el público es predominantemente masculino y ellos insultan más que las mujeres, porque a nosotras no nos han educado para esta agresividad, en general, y sí para ser discretas, educadas, para no protestar. También en ellas nos resulta aún más vulgar.
-En las chicas más jóvenes eso parece estar cambiando.
-Sí, pero también tiene que ver con los modelos que tenemos. En este tema hay una gran influencia que nos viene especialmente de EE UU y de muchos de sus ídolos, que hacen este tipo de gestos como una forma moderna y transgresora de comunicarse. Por ejemplo, la 'L' de 'loser' (perdedor) no es conocida por la gente mayor de nuestro país, sin embargo entre los jóvenes está muy extendida. Estamos viviendo una especie de colonización gestual que nos llega a través del cine y la televisión.
-¿Hay países con más riqueza gestual que otros?
-Por lo que yo he podido estudiar los latinos somos gente muy gesticuladora, y no es un tópico que los italianos tienen un gran repertorio, de hecho se llevan la palma. Los norteamericanos, sin embargo, son muy creativos, inventan muchos gestos.