Libertades

La nueva ley de seguridad ciudadana que pretende implantar el ministro del interior, Jorge Fernández Díaz, atenta contra derechos fundamentales. El uso de las llamadas 'concertinas' en la valla que separa Melilla de Marruecos transgrede los derechos humanos. La propuesta ya esbozada por Ana Botella, Esperanza Aguirre, Ignacio González, de limitar el derecho a huelga atropella un derecho básico de los trabajadores conseguido tras años de lucha. Todas estas limitaciones que se pretenden imponer no van a la raíz del problema que no es otra que la profunda desigualdad en la que vive la sociedad española. No hacen falta más leyes, ni tribunales especiales, bastaría con ir a las raíces de esa desigualdad y tratar de poner coto a esa enorme brecha entre ricos y pobres, ya sea a nivel nacional o a nivel internacional.

Los que protestan en la calle tienen motivos más que justificados para hacerlo y me sigue extrañando mucho que todavía no haya pasado nada más grave, aunque esto es España, donde como dice Pérez Reverte nos quedamos sin usar la guillotina contra los de arriba, o donde políticos imputados y acusados se imponen con mayorías absolutas. Las reformas que se están imponiendo, estas y las de antes, solamente están mermando los derechos básicos de los ciudadanos. Los que la justifican están defendiendo la restricción de derechos.