El PSOE elegirá su futuro líder antes de las elecciones autonómicas
Andalucía, la federación más reticente a ese plan, admite ya que las primarias sean «inmediatamente» después de las europeas
MADRID. Actualizado: GuardarPrimarias abiertas para elegir al candidato del PSOE a la Presidencia del Gobierno en el segundo semestre de 2014. No parece haber ya escollos para que así sea. La idea se había empezado a asentar en la dirección federal, pero la puntilla la dio ayer la presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz. Su federación era, hasta ahora, la más reticente a que ese proceso se abriera a tanta distancia de las elecciones generales, pero los barones que se enfrentan a las urnas en mayo de 2015 no querían esperar tanto. Y la han ganado para su causa.
No es del todo sorprendente. Díaz, que será elegida secretaria general del PSOE andaluz este fin de semana, ha dado numerosas muestras de querer romper amarras con su predecesor, José Antonio Griñán. Eran él y su número dos, Mario Jiménez, a quien la baronesa relegará ahora al Parlamento andaluz como portavoz, los que defendían con más ardor, en línea con el propio Alfredo Pérez Rubalcaba, que las primarias abiertas debían ser un instrumento de movilización electoral y que por eso no convenía alejarlas en exceso de las legislativas.
El pasado 9 de noviembre, durante la Conferencia Política en la que el PSOE aprobó su programa de renovación ideológica para la próxima década, la presidenta andaluza ya dejó claro que su apoyo al hoy secretario general de los socialistas no sería ilimitado, que estaba estrictamente vinculado a la puesta en marcha de un proyecto de cambio que vuelva a hacer al partido «reconocible» ante la gente. Y, una vez logrado eso, advirtieron los suyos, el cambio de liderazgo no tendría por qué generar una inestabilidad contraproducente. Al contrario.
Díaz tenía claro que no podía dinamitarse esa convención, preparada y trabajada durante más de nueve meses, con el debate de las primarias. Y su papel fue clave para evitar que así fuera. Pero, aunque no quisiera participar de confabulaciones públicas como la capitaneada por el secretario general de los socialistas madrileños, Tomás Gómez, es cierto que aprovechó su estancia en Madrid para, entre bambalinas, consensuar y negociar con quienes desde hace meses gritan que Rubalcaba no es el futuro y que debe marcharse si no quiere ser un lastre para la formación.
Verano u otoño
En esas conversaciones llegó a barajarse como opción para las primarias, según fuentes territoriales, hacerlas en julio. Una fecha que cuadraría con su afirmación ayer en Telecinco de que lo ideal sería que el proceso tenga lugar «inmediatamente» después de las europeas, convocadas para el 25 de mayo. En todo caso, incluso entre los líderes autonómicos que aspiran a que un cambio de liderazgo tire de las siglas y les permita concurrir a las elecciones en mejores condiciones que las actuales, hay quien piensa que eso es correr mucho. Y apuntan al otoño. Sobre todo, dicen, porque si se trata de movilizar al partido y al electorado, el verano no parece precisamente el mejor momento. Y sin participación, tanto ruido no habría servido para nada.
Esa sería también la tesis del líder de los socialistas vascos, Patxi López, que no tiene elecciones pero sí intención de optar a a ser el líder del partido. Y, del mismo, modo, Eduardo Madina, posible contendiente, ha defendido en numerosas ocasiones que el elegido debería contar con tiempo «suficiente» como para poder darse a conocer.
La propia dirección federal del partido entiende ahora que «hay que ir a las autonómicas con el liderazgo electoral despejado». En todo caso, no es descartable, según fuentes del aparato, que se opte por celebrar en otoño los procesos de elección de candidatos regionales y, a continuación, proceder al nacional. Quedan por delante varias semanas de negociaciones antes de que Rubalcaba haga una propuesta al Comité federal, el máximo órgano del partido entre congresos, que tendrá lugar a principios del próximo año.