El presidente del Gobierno, durante la entrevista que concedió ayer a RNE. :: DIEGO CRESPO / EFE
ESPAÑA

Mariano Rajoy abre la puerta a una remodelación de su Gobierno en 2014

Wert y Mato se perfilan como los cambios más probables, aunque la crisis puede ser más amplia y afectar también a Economía y Agricultura

MADRID. Actualizado: Guardar
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Mariano Rajoy no tiene entre sus planes acometer una remodelación del Gobierno antes de Navidad, y, si puede, no tocaría a ningún ministro en toda la legislatura. Pero no va a poder, según reconocen tanto en la Moncloa como en el PP. Tiene por delante las elecciones europeas del próximo mes de mayo, las autonómicas y municipales de 2015 y la designación del líder popular en Andalucía, y tendrá que mover el banquillo gubernamental para cubrir varios de esos puestos.

«No tengo intención de hacer ninguna remodelación del Gobierno antes de Navidad y, si puedo, no lo haría en toda la legislatura», comentó ayer Rajoy al hacer balance en el segundo aniversario de su aplastante victoria en las elecciones generales. En una entrevista concedida a RNE, la primera en muchos meses con un medio informativo español, elogió la labor de todos sus ministros: «Han sido muy valientes» y «han trabajado con mucha intensidad» en el desarrollo de una política de ajustes y reformas impopulares que han tenido un alto coste político para el Gobierno y el PP, como reflejan todas las encuestas. Un precio que se negó a cuantificar porque las notas se ponen al final de la legislatura, y no a la mitad. Tampoco quiso valorar su gestión y la de su equipo por la misma razón.

Mariano Rajoy admitió que si tiene que colocar a un ministro en la lista del PP para las europeas o para las autonómicas de mayo de 2015 le «obligaría» a afrontar una crisis gubernamental. Unos relevos que, sin duda, le va a costar hacer. El presidente del Gobierno es poco amigo de los cambios y de todo lo que signifique una alteración del orden. Heredó sin rechistar el equipo de José María Aznar, y aguantó con él sin cambiar nada durante cuatro años, hasta el congreso de Valencia en 2008. Mantuvo cuanto pudo al presidente valenciano Francisco Camps y al tesorero Luis Bárcenas en lo más duro de la tormenta del 'caso Gürtel'. Ahora, quisiera hacer lo mismo.

En la Moncloa y en el PP dicen que cuándo, cómo y qué cambios va a hacer solo lo sabe él, ni siquiera Soraya Sáenz de Santamaría, la persona de su mayor confianza. En el entorno de Rajoy no ponen nombres, pero en el PP dan por amortizados a los ministros de Educación, José Ignacio Wert, y de Sanidad, Ana Mato. Al primero por los 'incendios' que ha provocado su gestión, sobre todo con la ley de educación y las becas Erasmus, que motivaron hasta revueltas y protestas en las comunidades gobernadas por el PP.

La segunda quedó muy tocada con las informaciones sobre sus relaciones con la red corrupta de Francisco Correa y los regalos que recibió de la misma. Rajoy, sin embargo, defendió a ambos a capa y espada. Del titular de Educación dijo ayer que cuenta con su «pleno respaldo»; de la titular de Sanidad comentó en su momento que tenía su «absoluta confianza» porque «está haciendo las cosas muy bien y espero que las siga haciendo durante mucho tiempo». Unos comentarios que más de una vez preceden al adiós.

Lastre

En el PP consideran que ambos ministros «están quemados» y son «un lastre» para el Gobierno. De hecho, son los dos de los peor valorados en las encuestas. En la Moncloa no niegan que Wert y Mato están entre los favoritos para coger la puerta.

Otro que suena en los mentideros populares para dejar el gobierno es Luis de Guindos, pero por razones distintas. El ministro de Economía, al parecer, ha trasladado a Rajoy su interés por presidir el Eurogrupo en sustitución del holandés, Jeroen Dijsselbloem, cuya gestión es cuanto menos discutible para Bruselas. La Comisión Europea pretende que el presidente del Eurogrupo no sea ministro y el holandés es responsable de Finanzas en su país. De Guindos, eximido de la cartera gubernamental, es un candidato visto con buenos ojos en la UE, incluidos los de Angela Merkel.

Otro ministro con apetencias europeas es el de Agricultura, Miguel Arias Cañete, que tiene su mirada puesta en la Comisaría que dejará vacante Joaquín Almunia con el relevo de la Comisión Europea tras las elecciones de dentro de seis meses al Parlamento de Estrasburgo. Rajoy, dicen fuentes próximas al presidente, no objetaría ese ascenso de su veterano y fiel colaborador. Aunque antes tendrá que despejar la incógnita del líder del PP en Andalucía que deberá medirse con la socialista Susana Díaz. Cabe la posibilidad de que esa responsabilidad recaiga en uno de los ministros andaluces del Gobierno, y Arias Cañete goza de más preferencias en el partido que Fátima Báñez y Cristóbal Montoro.