Un ciclón deja 16 muertos en Cerdeña
En un día cayó la lluvia media de seis meses pero la construcción irracional del territorio agravó sus consecuencias
ROMA. Actualizado: GuardarUna bomba de agua, 440 milímetros cuadrados en 24 horas, lo que suele caer en medio año, inundó el lunes el centro y el norte de la isla italiana de Cerdeña. A última hora de ayer se contaban 16 muertos, cuatro de ellos niños, y más de 2.700 personas evacuadas, además de 10.000 hogares sin luz y 500 kilómetros de carreteras cortadas. El ciclón 'Cleopatra' tuvo efectos anómalos e impresionantes, pero no fue nada nuevo ni inesperado. Acontecimientos extremos de este tipo se repiten en los últimos años en esta época en Italia, y suelen arrastrar la misma cadena de secuelas. La idea general es que era una tragedia anunciada.
Se recuerda entonces, para ser olvidado tras la emergencia, que la urbanización en Italia ha sido caótica y salvaje, que el 82% de los municipios italianos está en zona de riesgo de catástrofe natural hidrogeológica, que debe invertirse en planificación del territorio y no se hace. Luego visita la zona el primer ministro, en este caso Enrico Letta, y dice siempre la misma frase: 'Lo Stato c'è' (El Estado está presente), porque siempre entran dudas de que sea así.
El símbolo de la responsabilidad humana, más bien política, es Olbia, la población más afectada, con nueve muertos: el viejo centro histórico, construido con criterios sabios y lógicos, permaneció intacto, mientras en los alrededores de la ciudad surgían auténticos ríos que se llevaban casas por delante. Ayer aún había medio metro de agua en gran parte de la ciudad.
Los episodios trágicos han sucedido por sorpresa, de forma violenta, con la irrupción de la riada. Una familia brasileña, compuesta por un matrimonio y dos hijos, murieron ahogados en su apartamento. Cuatro ancianas en distintos pueblos, atrapadas en sus casas. Una madre y su hija de dos años fallecieron arrastradas por la corriente cuando iban en coche. Varios puentes se han desplomado y han causado víctimas. El caso más triste es el de un vehículo de la Policía que abría paso a una ambulancia y se precipitó al vacío al hundirse un viaducto. Murió un agente y otros tres están muy graves.
Retraso en la alarma
El Gobierno declaró ayer el estado de emergencia y asignó de inmediato a la isla una partida de 20 millones de euros. Ya hay críticas al retraso en la alarma, pues algunos meteorólogos aseguran que desde el viernes, día 15, estaba claro lo que iba a ocurrir y sólo llegó dos días después, víspera de la tempestad. Protección Civil asegura que el sistema de alerta ha funcionado correctamente. Admite que lanzó los avisos el domingo, pero sostiene que la información fue precisa.
Lo cierto es que los expertos también indican que estos fenómenos meteorológicos tan violentos no son normales, pero empiezan a ser frecuentes y ponen en evidencia un cambio climático en la costa italiana del Mediterráneo. El oceanógrafo Vincenzo Artale, del equipo que ganó el Nobel con Al Gore, explicaba ayer que se debe al progresivo calentamiento de mar. «Estas perturbaciones frías que llegan del Atlántico encuentran una superficie del mar demasiado caliente, incluso hasta cierta profundidad, al menos cien metros, y actúa como un motor de energía para el ciclón», explica.
Basta mirar la lista de catástrofes de los últimos años para ver que estas inundaciones son una cita fija en estas fechas. Octubre 2011, Génova, 12 muertos. Noviembre 2011, Génova, 6 muertos. Noviembre 2012, Grosseto, Toscana, 6 muertos... Y ahora Cerdeña, de nuevo.