Los colegios de Defensa vuelven a levantarse contra la Junta de Andalucía

Una vez más los antiguos colegios de Defensa han desenterrado el hacha de guerra para plantar cara a la Junta de Andalucía. En esta ocasión, por la decisión de la Administración autonómica de cambiar el instituto al que acuden los niños cuando finalizan la primaria. Una medida que afecta de forma directa a los escolares del Cecilio Pujazón, ya que ahora en vez de acudir al instituto que se encuentra en las mediaciones, el Wenceslao Benítez, tendrán que desplazarse varios kilómetros para dar clases en el Sancti Petri.

Una medida que no ha hecho ninguna gracia a los padres, que han comenzado a recoger firmas en señal de protesta y para exponer su rechazo. Sobre todo porque no entienden el motivo para esta decisión. Según los padres la justificación que da la Junta es que en el Wenceslao no hay suficiente espacio, algo que ya ha desmentido el equipo directivo de este equipamiento educativo, que expone que por el momento no hay problemas en este sentido.

Los padres quieren que la Junta aclare los motivos de esta determinación ya que consideran que el objetivo no es otro que aunar centros educativos de otras zonas de la ciudad en detrimento de los colegios de Defensa.

Y es que la situación apenas ha variado en años en los recintos del Solís, Cecilio Pujazón, Vicente Tofiño y Virgen del Carmen. Cuatros colegios que eran de Defensa pero que pasaron a ser públicos tras un convenio firmado entre Junta y el Ministerio. La intención de la Administración autonómica era ceder los centros al Ayuntamiento, como se recoge en la Ley, pero la Corporación local no cuenta con capacidad económica para asumir su gestión, y denunció que nunca se tuvo en cuenta las capacidades del Consistorio en la transformación de los colegios a centros públicos.

Por eso, los cuatro colegios llevan años sin contar con un mantenimiento continuo y padeciendo carencias estructurales severas. El delegado del Gobierno de la Junta en Cádiz, Fernando López Gil, les prometió hace meses en una reunión que trataría de poner solución a este problema. Pero el tiempo pasa y los padres siguen sin tener constancia de movimiento alguno de la Junta para arreglar la situación que padecen.

Lo único que se ha logrado es que precisamente el Cecilio Pujazón logre entrar en el plan Ola para una remodelación. Un centro cuyos niños serán trasladados a otro centro más alejado. Los padres temen que la intención de la Junta sea precisamente la de acoger a los niños en este centro, más integrado a la ciudad y pasarlos a otro instituto para ir dejando obsoletos y sin alumnos los otros colegios y al instituto situados en suelo militar y poder desprenderse de esta manera de ellos.

Ante la incertidumbre, los padres piden respuestas y por ello solicitarán una reunión con Educación en la que pretenden entregar las firmas de rechazo que se van a recoger en contra de esta nueva medida.