Bruselas alerta de que la deuda pública se 'come' el crédito a pymes y familias
El peso que los bonos soberanos tienen en los balances de una banca aún «frágil» será clave en el test de estrés que el BCE realizará en 2014
BRUSELAS. Actualizado: GuardarCaprichos del calendario comunitario, el fin del rescate bancario español, el logro que tanto había peleado el Gobierno de Mariano Rajoy para 'venderlo' a los cuatro vientos de cara a las elecciones europeas de mayo, ha llegado en el peor momento. Ni un día de respiro. El miércoles, Bruselas dejaba a España en la UCI del Mecanismo de Alerta por sus desequilibrios macroeconómicos; el jueves, se confirmó el fin del rescate; el viernes, la Comisión exigía recortes estructurales de más de 35.000 millones hasta 2016 y ayer, la troika alertaba de que el sector financiero español sigue siendo «frágil» de cara al decisivo test de estrés que el Banco Central Europeo hará a 128 bancos de la Eurozona en 2014. La presión, férrea y asfixiante, continúa.
Ayer, mientras el presidente del BCE, Mario Dragui, convocaba en su sede de Fráncfort a los presidentes o consejeros delegados de las dieciséis entidades españoles que se someterán a la prueba de resistencia, la Comisión Europa y el propio Banco Central publicaban el prolijo informe de 80 páginas de la troika sobre su cuarta y penúltima visita a España (realizada entre el 16 y el 27 se septiembre) para revisar el estado del sector. Aprobado general, como ya había trascendido, pero demasiadas dudas en el horizonte por su excesiva «fragilidad».
El documento lleva el sello de dos de las tres patas de la troika -Comisión y BCE, no así del FMI que emite el suyo propio- y en él se incluyen las ya tan características raciones de palo y zanahoria que se estilan en Bruselas en relación a España. Primero y primordial: constata que los deberes se han cumplido. De hecho, sirvió para avalar que el país pueda salir del rescate «limpio», sin necesidad de más dinero europeo más allá de los 41.300 millones ya recibidos. Un paso bendecido por el Eurogrupo antes incluso de la última visita de los hombres de negro, prevista para el 2 de diciembre.
Pero la línea que separa el halago a la crítica es demasiado fina, casi inapreciable. El documento pone al descubierto que muchos de los males que aquejan al enfermo español siguen sin atajarse por completo. El principal -con el permiso del paro- se refiere a la falta de crédito que sufren las familias (en septiembre, -5% interanual) y las pymes (-11%), un problema con doble vertiente en relación a las empresas: por un lado, su escasez, y por el otro, los elevados tipos de interés a los que debe hacer frente respecto a competidores alemanas, francesas o belgas al estar penalizadas por el riesgo país.
Reforzar más su capital
De momento, nada está consiguiendo romper el círculo vicioso que llevan a los bancos a comprar dinero al BCE a tipos mínimos y luego, en lugar de inyectarlo en la economía real, opta por el conservadurismo y lo vende al Tesoro nacional (práctica llamada 'carry trade') para obtener cierta rentabilidad, no tan elevada como podía ser apostar por pymes o familias, pero rentabilidad al fin y al cabo. Así lo constata el informe que advierte de que si persiste esta práctica -ha crecido un 10% en septiembre-, podría suponer «un impacto negativo para la recuperación económica».
En lo referido a los bancos, a su estado de salud, el informe es moderadamente optimista, aunque no tanto como el ministro De Guindos, que ayer volvió a mostrarse confiado en que superarán el test sin sorpresas negativas. La troika, sin embargo y dada la debilidad de la economía, les insta a «seguir políticas prudentes para mantener o incrementar sus ratios de capital». Las 16 ayer presentes en Fráncfort superan el 8% de 'core tier 1' -capital de máxima calidad- que se exigirá, pero todo dependerá de las 'preguntas trampa' del examen.
La representación española, integrada por BBVA, Santander, Sabadell, Bankia, Mare Nostrum, Popular, Bankinter, Ibercaja, La Caixa, Caja España, Cajas Rurales Unidas, Catalunya Banc, Kutxabank, Liberbank, Unicaja y NCG Banco, fía gran parte de sus resultados a que el BCE, si como todo parece apuntar, elude calificar como activo de «riesgo» las elevadas tasas de deuda soberana que hay en los balances, como dejó entrever el miembro del consejo del Eurobanco Yves Mersch para furor del Ibex 35, que cerró en verde gracias a los grandes bancos.
Este asunto no se concretó en la cita, que duró tres horas y en la que también participaron entidades finlandesas, francesas, griegas, irlandesas y estonias -la semana pasada fue con otros cinco países, entre ellos Alemania-. El encuentro sirvió para que los responsables del sector financiero español -entre ellos, Ignacio Sánchez-Asiaín, director general de Kutxabank- pidieran que las reglas del partido sean las mismas para todos, en relación a los mayores esfuerzos de aprovisionamiento que vienen haciendo en relación a sus competidores europeos a raíz del rescate a España. Pese a todo, la sensación general es de relativa calma. Un apunte, Oliver Wyman, la consultora que les 'desnudó', será la mano derecha del BCE en esta selecta prueba. España ya no parece el problema. Italia, Francia, ¿Alemania?... Que pasen los siguientes.