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Los detenidos por la bomba del Pilar preparaban otro atentado
Los dos principales sospechosos son chilenos y cuentan con antecedentes por delitos terroristas en su país
BARCELONA. Actualizado: GuardarLa Policía Nacional detuvo ayer en Barcelona a los cinco miembros de un comando anarquista a quienes le atribuye la colocación, el pasado 2 de octubre, de la bomba casera que estalló en el altar mayor de la basílica del Pilar de Zaragoza, atentado con un herido leve y destrozos materiales que fue reivindicado por el denominado Comando Insurreccional Mateo Morral. Mañana serán interrogados por el juez de la Audiencia Nacional Eloy Velasco por un delito de estragos terroristas.
La organización, que también se responsabilizó de la colocación en febrero de una bomba en la catedral de la Almudena de Madrid que, por contra, no llegó a explotar, estaba preparando un nuevo atentado terrorista, según relataron fuentes policiales, que les intervinieron el plano de otro templo. La Policía Nacional estima que los autores materiales del atentado en Zaragoza fueron los chilenos Francisco Javier Solar Domínguez y Mónica Andrea Caballero Sepúlveda, de 34 y 25 años. Ambos fueron procesados en su país natal junto a otros diez activistas como integrantes de una organización terrorista y responsables de la colocación de más de treinta artefactos entre 2006 y 2009.
«Muy peligrosos»
El ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, dijo que el grupo al que pertenecen los detenidos es «extremadamente peligroso», muy organizado y con «importantes conexiones internacionales». Además de la pareja chilena, los agentes arrestaron a la ciudadana italiana Valeria Giacomoni y a dos personas más, un argentino y otra chilena, que se encontraban en el piso donde se realizaron las detenciones y que también fueron trasladados a las dependencias de la Jefatura Superior de Barcelona. La Policía sospecha que España, y más en concreto Barcelona, donde se han registrado en los últimos años altercados provocados por grupos antisistema, se están convirtiendo en refugio de radicales del anarquismo internacional. Fuentes policiales señalaron que los dos principales acusados del atentado se trasladaron a España, tras un proceso penal en el que fueron absueltos por un error formal, y fijaron su residencia en la Ciudad Condal.
La Policía pudo identificar a los dos principales sospechosos gracias a las imágenes grabadas el mismo día de la explosión en los aledaños de la plaza del Pilar. El pasado 2 de octubre, los dos chilenos arrestados ahora se dirigieron a Zaragoza en transporte público. Llevaron consigo en una bolsa el artefacto explosivo que luego colocaron en el templo y que estaba fabricado con una bombona de camping. La bomba casera provocó una fuerte detonación en el pasillo central de la iglesia, causando daños materiales en los bancos y desprendimientos de escayola del techo. La detonación solo provocó lesiones leves en los tímpanos a un anciana.
El comando advirtió en un comunicado de reivindicación de que «estandartes fascistas como este no son y jamás serán lugares seguros».