Rohani va a necesitar más tiempo
El presidente iraní, que prometió un «plan de impacto» para mejorar la economía, cumple cien días sin lograr que se flexibilicen las sanciones
Actualizado: GuardarHasán Rohani no puede celebrar sus primeros cien días de mandato con el pacto nuclear que le habría gustado tener ya cerrado. Pese a llegar más lejos que nunca en la última década, Irán y el 5+1, grupo formado por los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU (Estados Unidos, Francia, Reino Unido, Rusia y China) junto a Alemania, no fueron capaces el sábado de cerrar el pacto en Ginebra y dentro de una semana volverán a reunirse en la ciudad suiza para intentarlo de nuevo.
Los detalles del documento final no han trascendido, solo las líneas generales que apuntan a un planteamiento de suspensión del enriquecimiento de uranio al 20% -en el camino hacia el 90% que se necesita para la fabricación de armamento, según los expertos- por parte de Irán a cambio del levantamiento parcial de las sanciones internacionales. Rohani prometió durante la campaña electoral «un plan de impacto» para mejorar la economía del país en los primeros cien días, pero necesitará más tiempo porque, para salir de la crisis actual, la república islámica necesita acabar con unas sanciones que han hundido un 70% la venta de crudo, principal fuente de ingresos del país.
La presión de aliados de Occidente y enemigos acérrimos de la república islámica como Arabia Saudí e Israel -que califica cualquier acuerdo que no signifique la suspensión total del enriquecimiento de uranio, no solo al 20%, como «el pacto del siglo para Irán»- y la desconfianza sobre la mesa de negociación parecen las causas principales para retrasar la firma de un pacto que abriría las puertas a una hoja de ruta de un año de duración en la que, por fases, Irán tratará de demostrar a la comunidad internacional el carácter puramente civil de su programa atómico. Una confianza que servirá también para ir levantando los castigos que pesan sobre los sistemas financiero y petrolero.
La aparente buena sintonía lograda por la diplomacia iraní después de la llegada de Rohani se ha visto afectada en las últimas horas por los efectos de la cumbre de Ginebra. El secretario de Estado estadounidense, John Kerry, acusó a Irán de ser el culpable de dar marcha atrás en el último momento, cuando todo estaba listo para la firma. Kerry advirtió además de que los iraníes se enfrentan a nuevas sanciones en caso de que no acepten las condiciones propuestas por el 5+1.
Obama avisa al Congreso
El ministro de Exteriores de Rohani, Javad Zarif, usó su cuenta de Twitter para responder. «¿Acaso es Irán el que echó por tierra la mitad del texto de los norteamericanos el jueves por la noche y el viernes por la mañana hizo comentarios públicos en contra?», preguntó al jefe de la diplomacia estadounidense. Una acusación directa a Francia, país al que la república islámica señala como responsable de que se frustrara un acuerdo que, según el enviado de París a la cumbre, Laurent Fabius, no disipaba por completo las dudas sobre el carácter pacífico del programa nuclear. Pese a este cruce de acusaciones, «seguimos a favor de un compromiso efectivo», reiteró el canciller Zarif.
Y la Casa Blanca pidió anoche al Congreso del país que no obstaculice las negociaciones con nuevas propuestas de sanciones. El portavoz de Barack Obama, Jay Carney, consideró «importante» que congresistas y senadores «se reserven su capacidad de legislar para el momento en que sea más eficaz» y eviten interferir en el proceso que continúa el día 20 en Ginebra.