La mitad de la maternidad

Hace mucho tiempo, ya puede contarse en décadas, que la Junta de Andalucía se consagró a la propaganda. Da igual lo que el ciudadano vea. La Administración autonómica le lanza aquel mensaje que hizo célebre el maestro mundial de la ironía, Groucho Marx: «¿Que va a creer usted a sus propios ojos o lo que yo le digo». El Servicio Andaluz de Salud ha recortado a la mitad las camas del área de maternidad del hospital universitario Puerta del Mar. De 12 habitaciones con dos camas cada una se ha pasado a los mismos cuartos pero individuales. La cuenta es bien simple. De 24 plazas disponibles a la mitad, con menos personal. Lo más curioso del asunto es que la Junta de Andalucía disfraza este paso bajo un manto de proteccionismo al ciudadano. Dice que se trata de un gesto volcado a dar más comodidad a la nueva madre y a su descendencia o familiares. Es cierto que la tendrá pero resulta innegable que la capacidad y la oferta del centro sanitario bajan de forma espectacular en un departamento clave. Cabría aceptar el mensaje y la decisión si la administración tratase como adultos a los contribuyentes, si admitiera las dos vertientes «estarán más cómodas pero podremos atender a menos». O en orden contrario. Pero ofrecer el cambio de forma sesgada, presentándolo sólo como un beneficio y un avance es una tomadura de pelo que se tornará problema severo cuando esas 12 camas se queden pequeñas y alguna madre eche de menos las otras tantas que había hasta hace unas semanas. Se trata de un recorte camuflado, de una verdad a medias, de una mentira, por tanto. Un avance habría sido pasar de 12 habitaciones dobles a, mínimo, 24 individuales. Todo lo demás son milongas propagandísticas en el reino del paro.