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Los alemanes se impacientan con la negociación
El partido de Merkel y los socialdemócratas logran sintonía en energía y UE pero necesitan tiempo para compensar las respectivas promesas
BERLÍN. Actualizado: GuardarLas negociaciones para la formación de una 'gran coalición' de gobierno entre la Unión de cristianodemócratas y socialcristianos bávaros (CDU/CSU) de la canciller, Angela Merkel, y el Partido Socialdemócrata Alemán (SPD) han alcanzado su teórico ecuador para entrar en la decisiva fase final, sin que hasta ahora se hayan logrado acuerdos en los capítulos más conflictivos. Aunque tanto Merkel como el presidente del SPD, Sigmar Gabriel, se mostraron optimistas ayer, cuando se celebró el cuarto encuentro plenario del grupo negociador que reunió a 75 destacados políticos de las tres formaciones por segunda vez en la Willy Brandt Haus, la sede de la socialdemocracia. Quien mejor definió la situación de las conversaciones fue el secretario general de la CSU, Alexander Dobrindt: «Todavía no avistamos la cumbre. Caminamos aún en medio de la niebla».
Las tres formaciones registran la creciente impaciencia de la opinión pública ante la falta de resultados concretos en los asuntos relevantes después de dos semanas de negociaciones. No hay avances sobre el salario mínimo interprofesional o la doble ciudadanía para los extranjeros de larga residencia que demanda el SPD, el peaje en carreteras y autopistas que reclama la CSU o la renuncia a nuevas subidas de impuestos que quiere imponer la CDU. Y el 58% de apoyo a la 'gran coalición' que mostraban los encuestados en septiembre se ha reducido a un 44% ahora.
Representantes de los tres partidos consuelan a los impacientes con el argumento de que es normal en unas negociaciones tan largas y complicadas, y recuerdan que lo habitual es dejar lo más conflictivo para el final y en manos de los líderes. Así que no será probablemente hasta finales de mes cuando Merkel, Gabriel y el bávaro Horst Seehofer se sienten para decidir cómo afrontan las promesas electorales de unos y otros de manera compensada.
La cúpula socialdemócrata necesita buenos resultados en las negociaciones como señal para las bases del partido, que serán las que en definitiva decidirán en votación si aceptan la reedición de la 'gran coalición'. Además, y ante el congreso general ordinario del SPD el fin de semana próximo, Gabriel y su equipo, que aspiran a ser reelegidos al frente del tradicional partido de izquierdas, no han querido renunciar todavía a posiciones simbólicas.
Pese a todo, la sesión de ayer sirvió para certificar acuerdos en la decisiva área energética, en un grupo de trabajo dirigido por el ministro de Medio Ambiente, Peter Almaier, y la primera ministra del Renania del Norte-Westfalia, Hannelore Kraft. Ambos consensuaron reformar las subvenciones y ayudas para las energías alternativas, confirmaron el fin de la era nuclear, acordaron más fondos para elevar la eficiencia y subrayaron que el cambio energético debe ser financiable, limpio y seguro.
'No' rotundo a los eurobonos
Hubo acuerdo también en materia europea, según fuentes de ambas delegaciones, para implantar y financiar medidas que ayuden a combatir el desempleo juvenil en los países en crisis de la UE. Eso sí, el SPD renuncia a cambio a su exigencia de crear un fondo comunitario para la amortización de la deuda. El jefe negociador socialdemócrata en esa materia y presidente del Parlamento Europeo, Martin Schulz, reconoció que «una demanda expresa de la Unión ha sido la de no mancomunar la deuda pública», es decir, un 'no' rotundo a los eurobonos.
La 'carta a los Reyes Magos' que han ido elaborando las doce comisiones negociadoras ha disparado también el presupuesto financiero del que dispondrá la 'gran coalición' para trabajar, pese a la premisa principal de absoluta renuncia a aumentar la deuda pública. El bávaro Dobrindt explicó que toda iniciativa que eleve el gasto va a parar inmediatamente a la 'Lista F', el apartado de medidas de «financiación incierta». Al igual que los temas más conflictivos, no será hasta el final cuando se decida cuáles podrán llevarse realmente a la práctica.