La Bahía y Cartagena logran que salga adelante el convenio de ajustes de Navantia
Las dos factorías gallegas han votado en contra de un texto que recoge congelación salarial, ampliación de jornada y varios recortes sociales
Actualizado: GuardarEl convenio de mínimos planteado por la dirección de Navantia ha salido adelante por mayoría, pero sin el respaldo unánime de la plantilla. Las factorías gallegas de Ferrol y Fene han rechazado el preacuerdo alcanzado a mediados de octubre entre la empresa y el Comité Intercentros para firmar el convenio colectivo correspondiente al periodo 2009-2013. Durante estos cuatro años, la empresa no ha actualizado las nóminas y se ha regido por el convenio anterior. El compromiso alcanzado en la mesa de negociación era ampliar la jornada laboral en 16 horas anuales, renunciar a la subida salarial del IPC y suprimir los obsequios de Navidad, entre otros asuntos. Este preacuerdo ha sido sometido a votación durante las últimas semanas en las distintas factorías de Navantia, así como en las oficinas centrales. Las tres de Cádiz dieron su apoyo al igual que la de Cartagena, la última en anunciar su veredicto. También fue respaldado por los trabajadores del área de administración de la empresa, en Madrid. El preacuerdo sale aprobado con mayoría suficiente, pero hay condiciones para que la firma sea una realidad.
Así lo explicaba ayer el presidente del Comité Intercentros y, a su vez, presidente del comité de empresa de La Isla, José Antonio Oliva, que aclara que ahora la empresa tiene que mover ficha permitiendo a los representantes de los trabajadores participar en la redacción del plan estratégico de la empresa 2014-2018, cuyas líneas generales se expondrán el próximo 4 de diciembre. No obstante, el Ministerio de Hacienda, máximo responsable de las empresas públicas del país, tiene que avalar el convenio.
La empresa se compromete a no aplicar durante la vigencia del nuevo acuerdo, que finalizará el próximo 31 de diciembre, ningún expediente de regulación de empleo y descarta el cierre de factorías. Otra cosa bien distinta es lo que ocurra a partir del próximo ejercicio. Varias fuentes consultadas por LA VOZ han destacado que la aceptación de este preacuerdo de mínimos supone un esfuerzo para la plantilla, que reconoce la situación crítica por la que atraviesa la empresa.
Ahorro millonario en IPC
El convenio evita a Navantia un desembolso millonario en actualización de nóminas. La empresa acabó 2012 con 78 millones de euros de pérdidas, el doble que 2011, y se prevé que en el ejercicio de 2013 se superen los cien millones. El acuerdo implica muchos sacrificios para los trabajadores pero, al mismo tiempo, garantiza paz social «a la espera de que llegue carga de trabajo».
El preacuerdo aceptado es un avance de lo que se espera para el futuro convenio, cuya negociación comenzará el próximo enero. Este texto será clave para el siguiente cuatrienio en el que Navantia espera la llegada de la ansiada carga de trabajo. De momento, dos posibles contratos están al alcance de la mano aunque aún sin concretar. Por un lado, la construcción de cuatro gaseros para Gas Natural y, por otro, la adquisición de dos barcos de aprovisionamiento en combate (BAC) para la Marina australiana.
La dirección de la compañía elabora en estos momentos un plan estratégico para ganar competitividad y poder enfrentarse sin problemas a las ofertas de otros astilleros, especialmente, los asiáticos. Tanto el presiente de la Sociedad Española de Participaciones Industriales (SEPA), Ramón Aguirre, como el máximo responsable de la empresa, José Manuel Revuelta, persiguen el ahorro de costes en la producción. Para ello, ya se han puesto en marcha algunos mecanismos para la reducción de gastos. No se incluyen, por ahora, ni despidos ni cierres de factorías.