El cementerio chiclanero, escenario de los crímenes

El depósito carcelario que se ubicaba en la calle Frailes era cabeza de partido judicial, por lo que el Ejército Franquista recluía en este enclave a represaliados de varias localidades cercanas. Allí eran las familias de los detenidos los que debían mantenerlos con alimentos, enseres de higiene o ropa para cambiarse.

A partir de entonces, aunque es difícil seguir la pista por lo borrados que han quedado estos crímenes de la historia española, existían en el entorno varios puntos donde tenían lugar los fusilamientos. Uno de los que tiene más constancia la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica, Social y Política de Chiclana es el cementerio de San Juan Bautista. Desde el colectivo aseguran que hay testimonios de vecinos de la zona que veían cómo llevaban hasta allí a los detenidos y ya nada volvían sus familiares a saber de ellos.

Aunque no era el único punto de fusilamiento de la zona ya que cuando conducías a los represaliados desde la calle Frailes a cárceles de localidades cercanas, en muchas ocasiones eran asesinados en el camino, por ejemplo, hacia Conil, Medina o Puerto Real.