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Standard & Poor's da un toque de atención a Francia al rebajar de nuevo su deuda

La coloca en el nivel 'AA', la tercera mejor nota posible, por su débil crecimiento, que le deja poco margen para reducir el déficit público

PARÍS. Actualizado: Guardar
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Casi dos años después de retirarle a Francia la máxima calificación de su deuda, la agencia de calificación de riesgo Standard & Poor's (S&P) dio ayer otro duro golpe al orgullo galo con la rebaja al nivel 'AA', con perspectiva estable, la tercera mejor nota posible. Se trata de un toque de atención a la credibilidad de la gestión económica de François Hollande, cuya popularidad atraviesa uno de sus momentos más bajos desde la llegada al poder. La decisión de la agencia de 'rating', que provocó el habitual rechazo del Ejecutivo francés en estos casos, fue justificada con el argumento de que el país ha perdido margen de maniobra financiera ya que su débil crecimiento le deja un corto espacio para sanear las cuentas públicas.

Las dos otras grandes firmas del ramo, Moody's y Fitch, mantienen por el momento su segunda mejor nota posible para el país, pero no es descartable de que sigan los pasos de S&P en las próximas semanas, como ya sucediera cuando en enero de 2012 ésta le quitara la emblemática 'AAA' a su deuda a largo plazo.

Tras conocer la noticia, Hollande, aseguró tras conocer la noticia que no hará cambios. «Mantendré la estrategia, que es la nuestra; el rumbo, que es el mío», declaró durante una visita a la sede del Banco Mundial en la capital francesa.

Por su parte, el ministro francés de Finanzas, Pierre Moscovici, lamentó la decisión de la agencia por considerar que se basa en «juicios críticos e inexactos», teniendo en cuenta que su Ejecutivo, en los 18 meses que lleva en el cargo, ha llevado a cabo «reformas de envergadura para restablecer la economía del país, sus finanzas públicas y su competitividad gracias a la escucha y el diálogo». Pese a todo, resaltó que la «doble A» con la que se queda Francia «es una de las más elevadas del mundo y de Europa», por lo que calificó a su país como «extremadamente sólido».

En el caso de S&P, Alemania, Reino Unido y Suiza, Dinamarca, Finlandia, Luxemburgo, Suecia, Holanda y Noruega, con una triple A, mantienen la máxima nota, posición que en el resto del mundo solo comparten Canadá, Australia, Singapur y Hong Kong. Austria y EE UU, con 'AA+' están también por encima de Francia. España ostenta un 'BBB', que es un grado medio bajo.

Incapaz de reducir gastos

S&P señaló en su análisis que las subidas de impuestos aplicadas por los sucesivos gobiernos franceses «incrementan una presión fiscal ya elevada» y que el equipo que preside el socialista François Hollande muestra «incapacidad» para «reducir los gastos del Estado de forma significativa», y todo eso «limita el margen de maniobra presupuestaria del país».

A ese respecto, estimó que la deuda pública alcanzará el 86% del Producto Interior Bruto (PIB) en 2015, mientras la actividad este año crecerá a un ritmo «próximo a cero», y en los dos próximos ejercicios lo hará a una cadencia «apenas superior al 1% de media».