Gobierno y PP niegan que hayan roto con Aznar por sus críticas a Rajoy

El Gobierno y el PP se apresuraron a templar gaitas y aseguraron que no existe «ninguna ruptura» con José María Aznar. Tanto el Ejecutivo como el partido pidieron al expresidente que no hiciera una lectura en ese sentido por la ausencia de Mariano Rajoy, todos los ministros y toda la dirección popular en la presentación del segundo tomo de sus memorias. Horas antes, Aznar había mostrado su enfado por el desdén y avisó de que tomaba «nota».

Cada aparición pública de Aznar en los últimos tiempos se convierte en motivo de controversia con el Gobierno y el PP. La presentación el jueves por la noche del segundo tomo de las memorias del exgobernante y presidente de honor de los populares no fue una excepción. Si a la presentación del primer volumen de sus vivencias acudieron Rajoy y varios ministros, a la del segundo, 'José María Aznar. El compromiso del poder', no acudió nadie. La única representación gubernamental fue el secretario de Relaciones con las Cortes, José Luis Ayllón. «Si lo que se ha mandado es un mensaje de escenificación o de decisión de ruptura, pues se toma nota», afirmó AYER el expresidente en declaraciones en la Cope. «Los ausentes -dijo- sabrán explicar por qué estuvieron ausentes».

La vicepresidenta aseguró tras la reunión del Consejo de Ministros que «no hay ninguna ruptura» y achacó la nula presencia de miembros del Gobierno a que tenían otros compromisos. Soraya Sáenz de Santamaría señaló que el Ejecutivo «respeta y mucho a todos los expresidentes, en especial a Aznar» y su opinión «siempre» es tenida «muy en cuenta». La número dos del Gobierno evitó, sin embargo, comentar las muy críticas opiniones del expresidente porque su labor no es hacer «comentarios» sobre las palabras de otros.

Rajoy, que rara vez responde de inmediato los reproches, ordenó ayer a la dirección del partido evitar una escalada de tensión con los partidarios de Aznar, que sigue siendo legión en el partido. Desde Córdoba, donde se reúne la XX Reunión Interparlamentaria del PP, la secretaria general, Dolores de Cospedal, no se refirió de forma explícita a Aznar, pero marcó una clara línea entre el pasado, el presente y el futuro. Cospedal sorprendió a los casi 400 diputados y parlamentarios autonómicos que asisten a este foro al pedirles que miraran al compañero que tenían delante, atrás, a un lado y a otro para concluir con un contundente. «Pues este es el PP, nosotros somos el PP». El PP, dijo, «no deja nunca atrás a nadie, piensa en todos» porque «no es un partido de sectarismos o divisiones», y cuenta «con todo el mundo» para trabajar por «el proyecto nacional que es España». Sus palabras fueron secundadas por todos los dirigentes reunidos en la ciudada andaluza, que a coro negaron que hubiera una ruptura de relaciones entre Rajoy y Aznar.

«Lo piensan millones»

El nuevo encontronazo arrancó el jueves por la mañana, cuando Aznar comentó en otra entrevista que se siente «más tranquilo» cuando Rajoy defiende en público la unidad de España y la inviolabilidad de la Constitución que cuando dice «hoy llueve mucho», como contestó al ser preguntado sobre la decisión del Tribunal Europeo de de Derechos Humanos contra la doctrina Parot. El expresidente trató de explicar ayer esas palabras porque es «lo que piensan millones de electores del PP y centenares de miles de militantes».

Sus comentarios sobre Rajoy, sin embargo, molestaron y mucho en el Gobierno y el PP porque cada vez que habla del jefe del Ejecutivo es para criticar su labor y hacer comparaciones desfavorables en relación a su gestión y la del «equipazo» que formó. Un malestar que se exteriorizó en el sonoro plantón a la presentación del libro. Ni Rajoy ni ninguno de los ministros que estaban en Madrid, salvo los de Justicia y Sanidad, tenían nada previsto en su agenda pública a la hora que se celebró el acto. La dirección del PP se excusó por la reunión que tenía ayer en Córdoba.