CÁDIZ

Madre Coraje, ayuda de ida y vuelta

El Ayuntamiento y el colectivo solidario firman un convenio para compartir los gastos del alquiler de la sede y seguir derivando voluntarios

CÁDIZ. Actualizado: Guardar
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El Ayuntamiento de Cádiz acogió ayer la firma de un convenio en virtud del cual se renueva por un año más la ayuda municipal al colectivo Madre Coraje con el fin de que pueda sufragar los gastos derivados del alquiler y mantenimiento de su sede. Al igual que ocurre en otras organizaciones solidarias las necesidades han aumentado considerablemente desde el comienzo de la crisis, por lo que este tipo de acuerdos son fundamentales para el mantenimiento de la actividad de las mismas.

En el caso de Madre Coraje no sólo ha crecido el número de proyectos, sino que de su acción inicial en Perú han dado el salto hasta otro de los países más empobrecidos del planeta, Mozambique y, además, la prestación de ayudas se ha adaptado a las necesidades del entorno, de forma que también son muchos los gaditanos que se están beneficiando directamente del trabajo de Madre Coraje.

Según explicaba ayer el delegado de la ONG en Cádiz, Jaime Rocha, la acción de Madre Coraje respecto a los vecinos más necesitados de la ciudad comenzó «hace cuatro o cinco años, con la crisis». Desde entonces han ido desarrollando un trabajo coordinado con los Servicios Sociales del Ayuntamiento de Cádiz y otras entidades como Cáritas para llevar un control y optimizar las ayudas que se prestan. Estas van desde el reparto de ropa o alimentos, como los que provienen del huerto solidario que el colectivo tiene en sus instalaciones de Jerez y que nutre a los comedores sociales de la capital, hasta una de las solicitudes que más reciben en los últimos meses: el reparto de canastillas para bebés. «Nos reclaman muchísima ayuda para recién nacidos, desde cunas hasta ropita», explica Rocha.

Hace casi 20 años que Madre Coraje nació en la provincia de Cádiz con la vocación de prestar ayuda a las zonas más deprimidas de Perú. La decisión de actuar en Cádiz se justifica porque «aunque España no era objetivo de nuestras actividades, la situación económica nos obliga, no podemos cerrar los ojos ni los oídos a ese clamor».

Además de con los 1.500 euros con los que colabora el Ayuntamiento para el pago del alquiler de la sede de la asociación, se hace un trabajo muy activo desde la oficina municipal de Voluntariado dotando de personal solidario a esta y otras instituciones, siempre dependiendo del perfil de las personas interesadas y de las necesidades de los colectivos. La alcaldesa de la ciudad, Teófila Martínez, quiso destacar ayer la importante labor que realizan todos ellos.