Iván Márquez, segundo jefe de las FARC, en el centro. :: ERNESTO MASTRASCUSA / EFE
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Colombia abre las puertas de la participación política a las FARC

Representantes de la guerrilla y del Gobierno acuerdan en La Habana las bases para un «estatuto de la oposición»

LA HABANA. Actualizado: Guardar
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El Gobierno presidido por Juan Manuel Santos y la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) alcanzaron un trascendental acuerdo sobre la participación política en el país, que abre la puerta a la reconversión de la guerrilla en partido político y anticipa un futuro «estatuto de la oposición». Después de casi un año de instalada la Mesa del diálogo en La Habana, este es el segundo acuerdo alcanzado sobre una agenda de seis puntos. Para que sea efectivo cada uno de esos epígrafes deberá ser aceptado por los votos de la mayoría de los colombianos.

El comunicado conjunto, leído a partes iguales por los representantes de Cuba y Noruega, países garantes, señala que el acuerdo busca profundizar y robustecer la democracia, ampliar «derechos y garantías para el ejercicio de la oposición» y «espacios de participación política y ciudadana». Promover «el pluralismo y la inclusión política, la participación y la transparencia en los procesos electorales» así como el «robustecimiento de una cultura política democrática».

Humberto de la Calle, representante del Ejecutivo colombiano, insistió en que «ver una Colombia en paz es el objetivo supremo» del Gobierno. Y criticó que la «insistencia» de las FARC en presentar temas que no están en la agenda ha contribuido a que se avance con lentitud, lo que «le resta apoyo a estas conversaciones, apreciación que hemos transmitido a la guerrilla y a la opinión pública hace mucho tiempo».

Por su parte, Iván Márquez, jefe de los representantes guerrilleros, expuso sus puntos de disconformidad, pero valoró las «aproximaciones» sobre el segundo punto, que «es quizá uno de los más importantes logros, el compromiso de convocar sin más demoras» a preparar el estatuto de la oposición y el establecimiento de «eventos democráticos» para regular las garantías a la «existencia y a los derechos del movimiento social».

Un logro de Santos

En doce meses de negociación ha habido momentos de desaliento, pero las partes parecen decididas a sacar adelante la paz. Ya pactaron lo más difícil: el punto sobre la reforma del campo y ahora el de participación política. La situación jurídica de los guerrilleros, especialmente de los jefes, será el tercer caballo de batalla.

Un acuerdo de paz sería un logro personal de Santos pese a la férrea oposición de sectores afines al expresidente Álvaro Uribe. Para las FARC, obligadas por la presión militar a replegarse en lugares remotos, es quizá su oportunidad para no quedar convertidas en una banda criminal. Además las próximas elecciones penden como una espada de Damocles. Si los adversarios de Santos llegan al Congreso la boicotearán. También si llegaran en mayo a la presidencia.